Cuando en 1972 Horacio Scheck, presidente del Directorio
de Televisora Larrañaga y José Germán
Araujo, en aquel entonces Gerente de Programación
de la estación televisiva, aprobaron el Proyecto
para niños de Cacho Bochinche, seguramente no imaginaron
que le daban carta blanca a un imperio, el de Cacho de
La Cruz y su troupe.
Uno de los ilustres embajadores del programa infantil
es el inolvidable “Enano Fermín”.
El seudónimo elegido - no pudo determinar El Portal
si el bautismo correspondió a la producción
o a la voluntad del personaje- escondió su verdadero
nombre, Enrique Dalies.
El Enano Fermín fue uno de los integrantes del
staff que nació junto al programa poco antes del
golpe de Estado. Desde el principio acompañó
a Cacho y a los niños, que sonrientes pasaban a
retirar sus premios “Fanta” con distintos
acompañantes de Fermín.
También hacía algún sketch donde
se apelaba a un humor recurrente. Por ejemplo, le mandaban
traer un cuadro, entendiendo este como una pintura, y
se aparecía en pantalla con un cuadro de bicicleta.
Personas que trabajaron con él indicaron que era
conciente de que lo atractivo de su persona eran sus atributos
físicos, los niños se le colgaban, y los
mayores lo cargaban por su estatura, bromas a las que
él se prestaba y disfrutaba.
“Era un tipo genial”, explicó una persona
que lo conoce, que indicó que su característica
principal en la pantalla era la simpatía con la
que se desenvolvía con los chiquilines.
El Enano Fermín estaba casado, con una chica de
su misma talla. Como es bien sabido los medios de comunicación
para la mayoría de sus trabajadores no son un sustento
que complete los requerimientos vitales.
Así Dalies trabajó por mucho tiempo en un
laboratorio para ganarse la vida. Sus obligaciones matrimoniales
le decretaron el fin de su carrera televisiva, poco veía
a su esposa, y según pudo saber El Portal, ésta
lo reclamaba en su casa.
Es así que deja las emisiones de Canal 12, aproximadamente
en los albores de la década del 90.
Entre sus amistades alegaba que necesitaba descanso, que
estaba agotado, además estaba excedido de peso.
Por si esto fuera poco su amada estaba enferma. Poco después
su esposa murió.
Paralelamente al ocaso de sus apariciones catódicas,
comenzó a presentarse, junto a otro destacado personaje
de la infancia uruguaya, el Payaso Pelusita en el Teatro
Stella y en otros escenarios. Luego hizo teatro infantil
con un personaje tanto más posmoderno, el famoso
Taraletti, y le dijo adiós a las tablas luego de
una temporada solo en el teatro.
Pero no hay mal que por bien no venga o no existe desgracia
que pueda con la fuerza de la vida.
Todo ser humano es un animal político, como decía
Aristóteles y reafirmó el Pepe Mujica, recientemente.
Fermín no quedó por fuera de esta categorización
y en el gobierno de Luis Alberto Lacalle ingresó
a la administración pública.
No pudo confirmar El Portal si la entrada fue por sus
preferencias políticas, militancia o concurso.
Lo cierto es que cumplió funciones, al parecer
de conserje en el Edificio Libertad hasta el gobierno
de Jorge Batlle.
Fue el ex presidente que lo trasladó al Palacio
Estévez como portero. ¿Los caminos de la
vida son como imaginábamos? |