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semana el turno es para, |
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Rubia, con un osito de peluche en la mano, portando un
vestido blanco (símbolo de la pureza y la virginidad)
y llevando sobre su cabeza una casta corona de flores,
uno podría confundirla con una virgen vestal. Así
sería de no mediar un pequeño detalle que
no escapa al ojo del buen observador: sí, señores,
eso que asoma entre la tela no es otra cosa que un pecho
redondo, blanco y desnudo a la intemperie, el símbolo
que la Cicciolina ha elegido como estandarte de lucha
contra las injusticias sociales y los conflictos bélicos
en todo el mundo.
El propio Julio Alonso, con fama de gran observador, pudo
atestiguar el inocente gesto de la diva al mostrar su
seno (el de la Cicciolina, no el de Alonso) a las cámaras
de Canal 12 en su visita a Uruguay en 1990. Mucho antes
de ello, la diputada y pornostar nacionalizada italiana
ya se había convertido en un hito mundial: derribó
todo tabú moral con sus proezas sexuales a partir
de los años ’70 y escandalizó a la
sociedad europea al ser el primer personaje “prohibido”
en lograr un escaño político en un parlamento
de dicho continente.
Mucha agua corrió bajo el puente para que esta
historia pudiera contarse, aunque la propia Cicciolina
usaría otra metáfora más gráfica.
Nació bajo el nombre Ilona Staller en 1951 en Budapest,
Hungría, hija de un oficial del Ministerio del
interior húngaro y una ama de casa. A los trece
años se inscribió en una agencia de modelos
de su país natal y a los 16 perdió la virginidad
con un estudiante africano, ese tipo de datos biográficos
que uno no daría de Margaret Thatcher, pero que
parece natural en la carrera de una estrella porno.
Incursionó en la universidad de arqueología
pero se dedicó luego al modelaje, obteniendo la
corona de Miss Hungría a los veinte años.
La cosa cambió en 1974, cuando se muda a Italia
y conoce al productor Riccardo Schicchi. Empezó
con un radio show erótico, primer lugar en el que
adoptó el nombre Cicciolina. La cosa pareció
gustarle porque poco después realizó su
primer filme, de un tono un poco más elevado y
de allí saltó directamente al hardcore puro.
Su performance histriónica junto a todas las figuras
míticas de la industria pornográfica, sin
embargo, no era suficiente para llevarla a la fama mundial.
¿Qué faltaba? La clásica “mostradita”
en cámaras, que inició su revolución.
En 1978 la RAI fue testigo de la primera exposición
de pechos desnudos en la televisión italiana. La
protagonista, por supuesto, fue la Cicciolina, que en
vistas de la repercusión de tan simple acto tuvo
la brillante idea de iniciar una carrera política.
Mientras tanto, seguía actuando en una producción
pornográfica tras otra: llegó incluso a
tener relaciones sexuales sin profiláctico con
el actor John Holmes sin saber que estaba infectado con
el VIH, virus que lo llevó a la muerte años
después.
En 1979 es elegida líder del novísimo partido
político Lista del Sole. Comienzan sus discursos
en público, en los que indefectiblemente asoma
su pecho izquierdo y cuando hay suerte un strip tease
completo, una práctica que no recomendamos a la
clase política local. Su creciente fama le consigue
el suficiente apoyo para convertirse en diputada italiana,
desde donde quiso impulsar la educación sexual,
la lucha contra la discriminación y algunas propuestas
para acabar con la violencia en las cárceles, como
la contratación de prostitutas para los presos
a modo de evitar los abusos.
Al cambiarse al Partido Radical en el ’85 hizo extensiva
su lucha al hambre en el mundo, los derechos humanos y
la campaña contra el armamento nuclear, haciendo
giras por todas partes con su osito y su famosa “tetta
sinistra”. Deja de hacer películas pornográficas
en el año 1989, aunque reaparece en el ’92
con alguna producción. Cuando estaba a punto de
estallar la Guerra del Golfo, en el ’90, le ofreció
a Saddam Hussein la más fantástica noche
de placer si retiraba sus tropas de Kuwait. Por lo visto,
la esposa de Saddam también estaba muy bien. Volvió
a proponérselo en el 2002, en los preámbulos
de la guerra en Irak, pero se ve que Hussein olió
una treta de Bush.
Ese mismo año visitó Uruguay, dando una
conferencia de prensa en New York New York (¿adivinen
qué mostró?) y realizando un show erótico
en el Parador del Cerro. Su visita fue aprovechada por
Omar Freire, líder del bizarro Movimiento de Liberación
Masculina en Uruguay, quien la desafió a un combate
de sexo en el Estadio Centenario con tribunas femeninas
y masculinas para comprobar qué sexo salía
victorioso. Por la salud de Freire, fue una fortuna que
la Cicciolina no se diera por enterada.
Casada en el '92 con el artista plástico Jeff Koons
y divorciada un año después, tuvo un hijo
(actualmente de 13 años) que vive con ella a pesar
de una larga batalla por la custodia. Por entonces alternaba
la política con los espectáculos eróticos.
¿Qué hace la Cicciolina
actualmente? Fiel a su estilo, no descansa. En el 2002
quiso postularse en su país natal como representante
de uno de los distritos, pero no llegó a recolectar
la cantidad suficiente de firmas. La tragedia del tsunami
en el 2004 casi la convierte en una víctima mortal:
fue salvada del maremoto por su hijo y tuvo la fortuna
de tener un salvavidas puesto, en una experiencia que
calificó de “alucinante y espantosa”.
Actualmente intenta postularse para la alcaldía
de Milán para las elecciones del 2006 y participó
de un reality show británico llamado 'The Farm'
('La Granja') del cuál ya la echaron, junto a otras
personalidades, como uno de los rappers de Public Enemy
y el ex actor porno Ron Jeremy
Con 53 años, la Cicciolina parece mantenerse ajena
al paso del tiempo, lo que ha logrado con un buen trabajo
de cirugía. En público suele aparecer con
el disfraz usual: el vestido blanco y el osito permanecen
allí. ¿Y la “tetta sinistra”?
Asoma dos por tres, como símbolo intocable de su
carrera artística y política.
Algunas citas famosas:
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”Mis pechos
jamás le hicieron daño a nadie, mientras
que la guerra de Bin Laden causa miles de muertes”
Octubre 2002. |
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”No estoy
aquí para mostrar mis pechos. Ahora estoy
hablando de la gente pobre por lo que no es necesario
–no porque no sean hermosos, incluso ahora-.
Pero no es necesario mostrarlos porque la gente
pobre tiene otros intereses que ver mis pechos”
2002. |
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