Boby Goma
En el circo televisivo de Marcelo Tinelli, basado
desde hace años en el reciclaje interno de ideas,
hubo una trouppe de personajes que pasaron a la primera
plana de la TV con rapidez y desaparecieron de ella de
igual forma. Casi todos recordarán a Boby Goma,
una suerte de payaso experto en deportes de riesgo, ya
que Tinelli solía tirarlo en paracaídas,
obligarlo a hacer jet ski en una pierna, desayunar con
un cocodrilo y otras proezas por el estilo.
Su mayor momento de gloria estuvo entre los años
1991 y 1992, cuando logró la mayor exposición
en Ritmo de la Noche. Aunque muchos no lo recuerden, en
el ’92 también fue figura en Uruguay, ya
que co-condujo el ciclo Requetesábados en Canal
4. El hombre detrás del personaje bizco, con lentes
ridículos, una gorra de goma y una expresión
un tanto irritante es Lionel Campoy, que al salir de su
personaje supo mostrar una rizada y larga cabellera. Desde
entonces desapareció del Hall of Fame pero no de
los medios: después de no vérsele por un
par de años fue parte del programa “360,
Todo para Ver” en el ’94 y desde allí
alternó en televisión, cine, teatro, publicidad
y shows personales.
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Boby Goma |
Lionel Campoy |
Aparte de tener su propio muñeco de juguete (¡estirameeeeeeee!),
Lionel actuó en la película “Papá
se volvió loco”, con Guillermo Francella,
del 2004, fue la voz de Isidorito en el filme animado
Patoruzito, del 2005, y conduce un programa infantil llamado
Nivel X, que va por Canal Magic en Argentina desde 1997.
Supo hacer también shows unipersonales en boliches
porteños como Cheetarah.
Allí, con el pelo corto y una expresión
normal, cuesta compararlo con el elástico personaje
que logró escapar de las garras de Tinelli hace
ya más de diez años.
Vilma Palma e Vampiros
Ya que estamos en plan de recordar algunos elementos de
la vecina orilla que fueron muy populares en la televisión
menemista de principios de los ’90, hubo una banda
que supo ser protagonista infaltable en los programas
de varietés que abundaron en dicha década
y en todas las radios veraniegas.
Vilma Palma e Vampiros fue una banda argentina que alternaba
entre el pop y las baladas latinas, que tuvo el desprecio
infinito por parte del público rock pero una aceptación
masiva brutal, gracias a las melodías pegadizas
de algunos temas como La Pachanga, Bye Bye o Travesti,
de dudoso gusto y difícil digestión.
Entre 1990 y 1995, si había una fiesta de verano,
una discoteca, un casamiento, un bar mitzvah, un bautismo
o hasta un ascensor que pasara música, no había
forma de escapar de ellos. No sólo eran sus temas:
los propios Vilma Palma aparecían tocando en todas
partes, ya fuera con Tinelli, en De Igual a Igual o la
discoteca de turno.
Ante tal bombardeo los más entusiastas del grupo
reaccionaban con alegría y desenfreno, las personas
normales amenazaban con reaccionar a cascotazos, los depresivos
iban a terapia o se tomaban a golpes de puño con
el televisor.
La sobre exposición desapareció en la segunda
mitad de la década de los ’90, a medida que
perdían un poco de popularidad. Sobre el 2000 la
mayoría de los integrantes se retiró, y
los dos músicos principales se radicaron en Los
Ángeles, donde reformaron la banda con integrantes
latinos.
Acaban de presentar su último disco, Histeria,
en la ciudad de Rosario, con música más
inclinada al pop latino, quizá producto de su residencia
en Los Ángeles.
Technotronic
Cuando los Technotronic aterrizaron en tierras sudamericanas
a principios de los ’90, mucha gente creyó
que la música electrónica era exclusivamente
lo que ellos hacían: ritmos disco, mucha gimnasia
corporal y el estereotipo de la música techno
que los rockers aprendieron a detestar.
Pump up the jam debe haber sido la canción más
escuchada en todas las discotecas del mundo durante
años, y curiosamente no era interpretada por
la morena que aparecía en escena al principio.
En este trío, que supo escandalizar a nuestras
abuelas en el ’90 por el franeleo continuo de
sus cantantes y el frotamiento en varias poses intercambiables,
la voz no era la de la gimnasta bailarina que se apreciaba
en el video. Ella tan sólo se movía y
simulaba cantar mientras una zaireña (Ya Kid
K) de buena voz grababa las pistas, a la que luego se
le haría justicia como la figura principal de
la banda.
Technotronic, idea del productor belga Jo Bogaert, tuvo
su cuarto de hora y luego se fue diluyendo a pesar de
su popularidad.
Jo Bogaert se dedica hoy a producir bandas de rock,
aunque ninguna con suficiente popularidad para llegar
hasta estos lares, mientras Ya Kid K inició una
carrera solista que se cortó con su embarazo.
De todos modos, Bogaert decidió darle una oportunidad
más a Technotronic en los 2000, haciendo regresar
a la banda con un par de singles. En el 2002 volvió
a intentarlo con un aire más latino y la canción
“The Mariachi”, pero jamás volvió
a repetir el éxito de Pump up the Jam, canción
que sin embargo recicla su popularidad para volver a
los charts. Un remix del tema hecho en el 2005 se metió
nuevamente en los más vendidos de la Billboard.
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