Valla electrificada: único modo de mantener a los bebedores alejados de la barra

Para millones de británicos, la reapertura de los pubs luego de la cuarentena fue un hecho digno de celebración, dada la importancia que estos lugares tienen en su vida social.

Sin embargo, no todos los consumidores muestran el necesario respeto a las normas dictadas para evitar la propagación del coronavirus. Al parecer, el hábito de acodarse en la barra -algo ahora prohibido- es más fuerte que cualquier medida de prevención.

Ante tal situación, en la averna The Star Inn, en la localidad de St Just, se decidió por aplicar grandes remedios para grandes males. Johnny, su propietario, instaló una valla de alambre electrificado delante del mostrador, como forma de asegurarse de que nadie la usará.

En declaraciones a Cornwall Live, el barista relató que la tradición de amontonarse en la barra tiene un estímulo doble en su pub: el mostrador está muy cerca de la puerta, lo que seduce a los clientes al paso.

"Pusimos esa valla ahí para mantener la distancia social. Antes de que la instaláramos la gente no seguía las medidas de higiene y de seguridad y hacían lo que les daba la gana. Ahora se toman las cosas más en serio, y eso nos beneficia a todos", explicó.

"Todos entran al bar y piden que se les sirva en la barra, que está justo al lado de la puerta. Ya no sabía que hacer para que no se apiñaran ahí", cuenta el empresario. Finalmente, surgió la "electrizante" idea.

"Esta es una comunidad rural, y todo el mundo sabe reconocer una valla eléctrica. Siempre ha servido para mantener alejadas a las ovejas, y ahora lo hace con las personas", sostiene.

A pub landlord, who got fed up with his punters not social distancing, has installed an electric fence at the bar. Johnny McFadden who runs The Star Inn in St Just and is also a local farmer said: "It keeps the sheep away, and it keeps the people away.” https://t.co/lU8vuBsy9t pic.twitter.com/BUlRWn6Kz1

— Greg Martin (@photogregmartin) July 13, 2020