Detrás de la magia

"En la última década no tuve libertad de mantener mi color de cabello natural, o tirarme al sol", relata el actor Tom Felton, famoso por su papel del villano Draco Malfoy en "Harry Potter". El joven, de 23 años, agregó que aunque la gente piense lo contrario, el dinero que hizo no compensa el haber perdido el disfrute de su niñez.

Su piel blanca como porcelana y la cabellera siguiendo el mortecino tono lo lanzaron a la fama. Tom Felton es conocido mundialmente como el villano de Harry Potter, y así como Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, pasó los últimos diez años trabajando para la saga cinematográfica más exitosa de los últimos tiempos.

Cerca del final del trabajo, el joven vuelve a mostrarse "natural", con un cabello rubio oscuro (afirma no recordar su verdadero color de pelo por las continuas intervenciones que éste tuvo desde su más tierna infancia) y la piel bronceada.

"Siento una mezcla de emociones, hay un poco de tristeza pero también excitación", señaló en una nota publicada en el Daily Mail.

"En la última década no tuve libertad de mantener mi color de cabello natural, o tirarme al sol ni hacer nada remotamente peligroso, como esquiar", contó y dijo que ahora que ya no es más Draco, disfrutó de "ir de vacaciones y no tener que ponerme tres capas de protector solar y pasarme los días debajo de una sombrilla".



También habló sobre el dinero y la fama, mostrando real nostalgia por lo que le costó ser una estrella desde niño.

"Una cosa que la gente me dice todo el tiempo es que el bienestar económico y la fama deben compensar haber perdido mi niñez. Pero la idea del dinero, de ponerle un precio a tu infancia, es ridícula. Esos años no volverás a vivirlos y no puedes ponerles un precio".

"Y la fama para mí no fue algo positivo. La idea de ser famoso es mucho mejor que la realidad", concluyó.

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