Universidad Católica salió con todo a buscar el gol que le permitiera empatar la serie ante River Plate. El primer tiempo se caracterizó por la velocidad de ambos equipos y la pierna fuerte, lo que hizo que el juego fuera bastante friccionado y por momentos muy interrumpido.

A pesar de su intención, el vértigo con el que jugó lo hizo estar muy impreciso. El delantero Álvaro Ramos tuvo la mejor chance que fue bien controlada por Nicola Pérez, arquero que no falló en ninguna de las veces que tuvo que salir.

Por el otro lado, Techera estuvo movedizo pero fue Michael Santos la pesadilla del conjunto chileno. Lo golpearon desde el arranque y él igual generó peligro para el local y lideró la ofensiva, a pesar de que por momentos se sintió solo.

Franco Constanzo se lució en el arco de la Católica en la más clara de River, que reclamó por la expulsión de Alfonso Parot, quien podría haber sido expulsado por una falta que le hubiera significado la segunda amarilla.

River tuvo la más clara de todas al arranque del segundo tiempo, cuando William Martínez y Claudio Herrera armaron la jugada para Leandro Rodríguez, quien definió mal. En la jugada siguiente, Pérez tapó un disparo fuerte de la Católica y a Mark González le quedó mal el rebote.

La Católica careció de ideas y no logró mostrar su necesidad de emparejar la serie, y el gol lo encontró finalmente el Darsenero, que lo merecía. Inella puso el pase larguísimo para Santos, figura del local, que le ganó la marca a Cristian Álvarez por la espalda y definió mano a mano con el guardameta argentino.

Con la serie ya liquidada, Parot se ganó finalmente su segunda amarilla y dejó a la Católica con 10 para el tramo final del encuentro. Después de eso el Darsenero liquidó la historia: el Morro García, ingresado minutos atrás, marcó el segundo a los 88' tras una exquisita picada de Santos para habilitarlo; y Techera apareció a los 90' para firmar la goleada y dejar a su equipo esperando por Emelec.

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