¿Quién dijo que el gris es frío?
Es perfecto para dar calidez si lo combinas con los textiles adecuados. Llena tu sofá gris en invierno de cojines y solo apatecerá hundirse entre ellos. Sofá diseño de Lara Vallés, mesas de troncos en Mercantic, pieles de Ikea y alfombra en Gra.
Chimenea, por supuesto
Si tienes la suerte de tener un chimenea, solo su presencia decora en invierno con calidez. Pero, además, la visión de fuego encendido caldea la casa por completo. No hagas pereza y enciéndela. Mesa de centro de Luderna Design y alfombra de Benuta.
A la luz de las velas
A falta de una chimenea... ¡enciende las velas! Su iluminación es cálida y ver la llama evocará sesiones de manta y sofá delante de una hoguera. Mesa de centro de Chalet des Pins y alfombra en Gra.
El terciopelo, un textil muy cálido
El terciopelo en el sofá o en cojines es sinónimo de invierno, como también lo son las alfombras de pelo largo. Salón decorado por María Luisa Malagarriga. Sofá de Becara y alfombras de pelo largo de Francisco Cumellas en Alterra.
Alfombras, calidez asegurada
Cubre el suelo en invierno con alfombras. Es confortable a la pisada, visualmente da calidez pero además aisla el suelo del frío. ¿Qué más quieres? Alfombra Shirvan y lámpara de pie Bucke de Mujika Interiorismo.
Ambiente cálido
Se trata de crear espacios o rincones muy de invierno. Consíguelo con muebles de madera, una iluminación de luz cálida y una alfombra. Crearás un rincón decorativo que dará calidez al ambiente. Cómoda antigua y lámpara en Taller de las Indias y butaca de Valentina Shop. Espacio ideado por Carolina Juanes.
Sí a la lana, la moqueta, el mohair
Hay texturas que llevan el calor consigo. ¡Sácalas en invierno y combínalas! Como aquí, lana en la moqueta de este dormitorio; mohair en una manta; las pieles envejecidas en el cabecero -este es antiguo comprado en una almoneda de Francia-. Invierno en estado puro. De María Lladó.
Renos, ciervos, arces...
No se trata de convertir tu casa en un bosque canadiense pero estos animales tan de invierno, dentro de casa, dan un aire invernal muy cálido. ¿De locos? ¡No, de animales! Sofá de MC Sofás, mesa de centro de Bloomingville, butacas de caña de Valentina Shop y cabeza de ciervo de Catalina House.
Vigas vistas de madera
Y columnas. Y un techo revestido también en madera. Está claro que estas ideas acompañan una decoración cálida. Aquí, un sofá repleto de cojines, mantas y velas suben la temperatura. Alfombra y sofá retapizado con tela de Gancedo por la Cabana D'Aran, mesas de centro de Filocolore y lámpara de sobremesa en Cottage Little House.
Los cuadros funcionan
Un estampado que recuerda a montaña. Úsalo en los textiles -cojines y mantas- y combina el tartán con almohadones de pelo largo y otros en fieltro o lana.
Madera en estado puro
Y bruto. Incorpora a tu salón mesas auxiliares o taburetes con forma de tronco tosco de madera. Es una nota natural muy inspiradora que decora con calidez.
Mantas a la vista
¡Sin miedo! Ni una ni dos. Varias. Para que todo el mundo pueda echarse una por encima. Puedes tener las mantas en un cesto junto al sofá o tiradas de manera casual (aunque las hayas colocado con mimo) sobre cualquier asiento. Sofá de Lara Vallés, puf de Zara Home y lámpara flexo de La Maison.
1. El suelo de madera, el mejor aislante
Por el suelo es por donde la casa pierde más calor. Si en verano el suelo puede llegar a 16º, en invierno baja hasta 10º. Si tienes parqué de madera natural, tienes el mejor aislante. Si es laminado, su efecto madera generará sensación cálida pero para abrigar de verdad, cúbrelo con alfombras.
2. Renueva las ventanas y su aislamiento
Porque si por el suelo se escapa el calor, por las ventanas ¡ni te cuento! De día, levanta las persianas para que el sol entre en casa y caliente la habitación, pero cuando este se vaya, baja persianas y corre las cortinas para que el calor no se fugue. Soluciones: pon doble cortina o combina estores y caídas -muy decorativo y útil-. Y haz que lleguen al suelo. En cuanto a tejidos: linos gruesos o terciopelos finos.
3. Tapizados mullidos y gustosos
Los tejidos de chenilla o terciopelo son perfectos para darle al sofá o a la butaca el calor que necesitas en tus maratones de Juego de tronos. Las formas redondeadas y ergonómicas añaden confort. Y, por supuesto, todo mullido y blandito. Si tu sofá no tiene un tejido cálido puedes ponerle una funda para el invierno y, si es demasiado recto, pon mantas en los reposabrazos y añade muchos cojines.
4. Alfombras: Donde hay pelo hay confort
Para el invierno, apuesta por las alfombras de lana y de pelo largo. Su pisada es mucho más mullida y aíslan mejor del frío e incluso del ruido. ¿La tendencia? Con estampado patchwork y geométricos.
5. Colores con efectos secundarios
Lo sabemos: hay colores fríos y otros cálidos. Pero hay otro dato importante para el invierno: cuanto más oscuros, más calor absorberán. Los grises oscuros, por ejemplo, captan el 90% del calor que les llega y los verdosos, el 79%. Así que no lo dudes, un sillón, ropa de cama o una pared oscura elevará la sensación térmica en casa.
COMBINAR Y LLENAR. ESTÁ PERMITIDO CUANDO SE TRATA DE DAR CALIDEZ A LA CASA. JUEGA EN LA MISMA ESTANCIA CON MADERAS, COLORES OSCUROS Y TEJIDOS CÁLIDOS COMO LANAS Y FIELTROS. NO TENGAS MIEDO EN ATIBORRAR UN POCO EL SALÓN. ¡TE OLVIDARÁS DEL RADIADOR!
6. Zócalos acogedores en las paredes
Visten muchísimo y se convierten en aislantes en la pared. De 120 o 150 cm de alto o en madera o DM lacado, los zócalos son perfectos para el salón, el comedor o un office en la cocina (¡qué frío resulta el azulejo!). Llévatelo también a las habitaciones. En el cuarto de los niños evitarás roces en la pared. Otra opción de zócalo más económico: bolon o papel pintado.
7. Madera para tu casa
Los muebles de madera natural son los reyes para crear espacios cálidos pero si los tuyos no lo son, tienes un truco infalible: decora con detalles de madera. Y si tienes una pieza única como un mueble antiguo de madera, dale un sitio especial, ilumínalo y hazlo protagonista. Su efecto cálido calderará todo el ambiente.
8. Estampados muy de invierno
Cojines con ilustraciones de ciervos, papeles pintados con siluetas de abetos, ropa de cama con motivos nórdicos... Cualquier imagen que te transporte a ambientes rústicos o de montaña, "calentará" la estancia. Es fácil probarlo.
9. Mágica y cálida iluminación
Huye de la luz general, más enfría, y opta por luces puntuales: en la librería, sobre una mesita, en el suelo... Por supuesto, leds de luz cálida y una idea: instala dimmers para regular la luz y hacerla más ténue cuando no necesites intesidad. La iluminación también hará más cálida tu casa en invierno.
10. Tejidos calentitos, gustosos, gruesos
¡Infa TEJIDOS CALENTITOS, GUSTOSOS, GRUESOS... ¡infalibles!
El punto, el mohair, el terciopelo, los textiles de pelo... son magníficos calefactores. Una simple manta de pelo puede hacer que la cama más blanca se vea cálida.