Periodista, comunicador y artista polifacético, Alejandro Ferreiro ganó sus primeros adeptos entre la numerosa -aunque a veces olvidada- grey de los radioescuchas noctámbulos. Sus programas radiales "La noche boca arriba" y "Planetario" coparon el éter nocturno durante largos años, con propuestas que aunaban la difusión cultural, la música, la literatura, a través de una mirada personalísima.

Pero a sus 40 años -la infancia para un artista- Ferreiro acredita una obra literaria considerable, que suma prosa y poesía. Libros como "Todo lo quieto sueña moverse", Nos persigue la humedad y otras filtraciones" o "Portland", agotaron más de una edición, y no sólo en Uruguay.

Este viernes, el autor presentó en las instalaciones de la librería Puro Verso de la Peatonal Sarandí, su hasta ahora última novela: "El ate del parpadeo", obra cuyo génesis y redacción presenta algunas particularidades más que anecdóticas.

Merced a la obtención de una beca, Ferreiro se hizo a acreedor a un beneficio y a un desafío. Durante seis meses, el escritor disfrutaría de paz y recogimiento en una residencia para artistas en Marnay - sur - Siene, un pueblecito medieval en el corazón de Francia, donde la estilizada aguja de una iglesia abandonada se recorta en el cielo junto a una humeante central nuclear.

"Para vivir en este pueblo es necesario olvidarlo", puede leerse en la novela. Acerca del lugar, Ferreiro lo describió durante el lanzamiento de su libro como un lugar despoblado y sin gente, donde "uno sólo veía autos estacionados que cambiaban de lugar, como si se movieran por su propia voluntad".

"El primer mes fue de pasear mucho por el pueblo, y dentro de la residencia, luego comencé a pasar más tiempo dentro", explicó el escrito, quien reconoció que nunca pudo abordar el proyecto original que lo había llevado hasta allí. "Quizá porque se trataba de una historia urbana, que era precisamente el contexto que faltaba en el pueblo", explicó, añadiendo que pasó a denominar el diminuto paraje como "El Insondable", dado su carácter desértico.


El autor en Puro Verso, librería que ocupa las instalaciones de la antigua Óptica Pablo Ferrando. Montevideo Portal

Sin embargo "uno escribe incluso cuando no está escribiendo", recuerda Ferreiro, entendiendo que "a veces el juego consiste en esperar a que se te aparezca el santo, y que cuando eso ocurra tengas una computadora, o un lápiz a mano".

Por ello, una nueva idea que fue madurando internamente durante cinco meses, acabó por plasmar en un texto nuevo, totalmente distinto al primero: El arte del parpadeo, obra que relata las andanzas y cavilaciones de Gerard, personaje hijo del autor y de la bucólica calma de Marnay el Insondable.

Pero las sorpresas no acabarían con el cambio de proyecto literario. En la residencia para artistas de la localidad se alojaban "artistas de todas las áreas, que tenían un proyecto por culminar", recuerda Ferreiro. Y allí conoció a la brasileña Tainá Menezes y al español Ángel Urrutia, dedicados al noble arte del video documental por cuenta de L'Ecole Nationale Supérieure Louis - Lumiere. Seducidos por la peripecia del escritor, ambos cineastas rodaron un documental que titularon "Insondable", donde se aprecian los intentos del artista por comprender, incorporar y finalmente olvidar el pueblo.

Si bien los directores del documental no pudieron estar presentes en el lanzamiento del libro, el clip -de unos quince minutos de duración- sí fue proyectado.

Finalmente, el autor agradeció la presencia de esos mismos amigos que echara de menos en Francia. "Lo más duro no fue el aislamiento, la soledad, el idioma, sino la ausencia de las amistades y los afectos", quien reconoció que, pese a tener la oportunidad de regresar a Francia el año entrante, permanecerá en nuestro país, donde retomará "proyectos personales que quedaron en espera".

Podés ver el tráiler del documental aquí