![]() |
![]() |
|||
¿Estás entre esas personas que piantan un lagrimón cada vez que ven un Atari, una botella de leche de vidrio o se encuentran en el altillo con los restos del Simon? En nuestro espacio clásico de Qué es de la Vida, abrimos una sección destinada a recordar y repasar la historia de los objetos que marcaron parte de nuestras vidas y desaparecieron con los años. |
![]() ![]() |
|||
Los sea-monkeys | ||||
En nuestra nueva entrega del "Qué es de la vida", dedicada a objetos del pasado, le toca el turno a los milagrosos y sorprendentes sea-monkeys. ¿Quién teme el castigo divino por jugar a ser Dios? Los sea-monkeys (o monos de mar) permitieron a miles de niños crear vida instantánea con sus propios dedos, siendo testigos y partícipes de la evolución de una especie animal curiosa, que venía encerrada en sobrecitos tipo Alka Seltzer. En lugar de las patéticas mascotas virtuales que fascinan a los orientales (los de Asia), y que obligan a los niños a preocuparse por los destinos de un cuadrado de software que gimotea por comida "virtual", los sea monkeys permitían crear y cuidar verdaderos animales. ![]() ¿Cuál es el prodigio y misterio de los monos de mar, que causaron furor hace algunas décadas y que todavía tienen su grupo de seguidores en todas partes del mundo? ¿Son seres de otro planeta, tal cual deliró parte de sus fanáticos estadounidenses? ¿Puede existir un sea monkey alimentado a mondongo, que mida medio metro y se llame Ricardo, como supo anunciar Alfredo Casero en "Cha Cha Cha"? Nada de eso. Los sea monkeys son un tipo de crustáceo muy peculiar, que reciben el nombre científico "artemia salina". En un proceso que los biólogos llaman "vida oculta", permanecen en animación suspendida dentro de unos huevos minúsculos por muchísimos años, hasta que el contacto con agua y una solución salina los saca de su cápsula de tiempo. A un genio del marketing, llamado Harold von Braunhut, se le ocurrió en 1957 que este proceso biológico podía venderse en paquetes, como una "fábrica para hacer vida". Descubrió que -incluyendo los huevos en un sobrecito y una solución que llamó "cristales mágicos en otra-, bastaba con echar un poco de agua para que los sea monkeys vivieran y se desarrollaran. Descubrió luego que los animalitos, conviviendo en una pecera, eran capaces de demostrar rechazo o cariño por otros seres de su especie, los que los hacía mascotas interesantes. Al principio lanzó su invento al mercado con el nombre "Instant Life", que luego cambió por sea-monkeys, a causa de la cola de los animalitos. Los monitos tienen unos dos centímetros de longitud, se mueven todo el tiempo y viven aproximadamente unos dos años. Los paquetes de sea-monkeys (cajas con el aspecto de "La fábrica de hacer pitufos" o similar) llegaron a más de medio mundo. El proceso es el siguiente: se abre el tanque de agua que llega en el paquete, se vierte el contenido del "sobre purificador" (que tiene sal y huevos que casi no logran verse), al día siguiente se agrega el "sobre de huevos instantáneos", con una serie de componentes esenciales para mono de mar y por último el "sobre de comida", que alimenta a los bichitos y que a veces contiene otros elementos que estimulan sexualmente al sea monkey. La sensación resultante es la de un polvo mágico que crea vida, ya que una tinta azul -que viene incluida en la caja- logra que los monos de mar sean visibles incluso cuando son muy pequeños. ![]() Si bien el furor por estos animales disminuyó con los años, la compañía que los creó los sigue comercializando y hay toda una legión de fanáticos en el mundo. Una página como Sea Monkey Worship tiene espacios sorprendentes para los adoradores de los monitos: por ejemplo, un muro de los lamentos donde dejar saludos a las mascotas fallecidas y un sitio para proponer distintas actividades en su honor. La seamonkeymanía llevó a que hoy en día existan máquinas de casino y videojuegos inspirados en estos crustáceos. En 1992 se creó una serie de televisión llamada "The amazing live sea-monkeys", que giraba en torno a la vida de tres monitos que- a causa de un error de su creador- adquirían tamaño humano. Desafortunadamente, duró mucho menos que los propios simios marinos. Los sea-monkeys dieron el nombre a un navegador de Internet, una suerte de continuación del Mozilla, y también fueron protagonistas en el mundo del rock: la legendaria banda Pixies les dedicó un estupendo tema, "Palace of the brine", en el año 1991. En pleno año 2006 los monos de mar no han muerto, y siguen expectantes en cientos de sobres desperdigados por el mundo, esperando el click mágico que los devuelva a la vida. |
![]() |
|||