Atlético Nacional y Rosario Central se vieron las caras nuevamente por el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Convocados esta vez a enfrentarse en Medellín, los dos equipos buscaron el pasaje a semifinales, tras un partido de ida 1-0 a favor del canalla en el Gigante de Arroyito. En Rosario el volante externo Walter Montoya había metido un bombazo al ángulo desde unos treinta metros.
Atlético Nacional salía en su casa a buscar ese partido que supo jugar los primeros cuarenta y cinco minutos en Argentina, en los cuales logró alterar todo el funcionamiento de los dirigidos por Chacho Coudet.
El partido que prometía una intensidad tremenda la tuvo, con dos equipos haciendo sus apuestas desde los primeros minutos.
Atlético Nacional salió a buscar su juego desde el comienzo, tirando el cuadro arriba y llegando con varios atacantes al borde del área canalla. Con el experimentado Bocanegra, de gran remate y mucha subida por el sector derecho, el conjunto de Medellín se mandaba al ataque y buscaba sus escaramuzas más profundas.
Rosario Central se defendía y explotaba la velocidad de sus volantes Cervi, Montoya y la resistencia de los aguerridos punteros Marco Rubén y Germán Herrera.
Así en una trepada de Montoya por la derecha, Copete quiso barrerse a cerrar en el área, y en la barrida generó contacto con la mano en la pelota y Fedorczuk no dudó en cobrar.
El goleador Marco Rubén ejecutó a los 9´ y abrió el marcador para el 1-0, estiró el global 2-0 y con el gol de visitante obligó a Atlético Nacional a convertir 3 goles para clasificarse.
Pero los colombianos no perdieron pie y rápidamente se hicieron de la pelota, proponiendo y defendiendo las explosiones de los dirigidos por Chacho Coudet.
De a poco fueron creciendo en la cancha y haciéndose de las ideas más colectivas, hasta que en la lucha por comenzar la remontada, recién a los 45´+ 2, Maccnely Torres consiguió empatar la historia.
Así se fueron al descanso con el empujón anímico de disponer de cuarenta y cinco minutos para hacer dos goles y lograr la clasificación.
A los 51´ rápido de reacciones, Alejandro Guerra puso el 2-1 y dejó la hazaña a un gol del alcance, mientras Rosario Central se complicaba para hacerse de la pelota y la veía pasar de un lado al otro con el buen trato que le daban los colombianos.
Salvo alguna exigencia de Marco Rubén tras una habilitación de Cervi, el equipo rosarino no podía crecer en el partido y guardaba la mínima ventaja demasiado, con un Donatti que sacaba todo lo que le tiraban al área.
Pero los verdes no se ofuscaron y a pesar de la cantidad de minutos que los jugadores de Rosario Central le dieron a Fedorczuk para que sumara en los descuentos, siguieron intentando con su juego atildado y acercándose cada vez con más peligro al arco de Sebastián Sosa, que respondía.
A falta de 20 minutos para el final, a Central se le hacía eterno el partido mientras que al Atlético le parecía un suspiro y veía como entre Marco Rubén y Cervi la visita se perdía un gol increíble que liquidaría el asunto.
Pero a los 90´ Rosario Central perdería a Esteban Burgos y quedaría con 10 hombres, lo que le daría más espacio a Berrío, Guerra y Marlos Moreno para llegar con más profundidad.
Así fue que en los minutos de descuento, Berrío logró pescar un rebote que quedó flotando en el área y poner el 3-1 para darle la clasificación al equipo colombiano, entre polémica y agonía, para posicionarse entre los cuatro mejores de América y enfrentarse a San Pablo en la próxima semifinal.
El partido terminó con varias tarjetas rojas dispuestas por el árbitro uruguayo, tras hechos de violencia entre los jugadores.
Montevideo Portal