La partitura la exhibe con orgullo. Comenzó a ser tocada en Sangineto, Calabria, bien al sur de Italia, en la punta de la bota. Cuando Gaetano se tomó el barco Sestrielle, Sangineto tenía 2.239 habitantes (hoy tiene menos). Gaetano apuntó para el Rio de la Plata y bajó en Montevideo en 1951. La partitura la traía en la valija, esa que hablaba de una descendencia de las tribus de los "enotrios", que parece traducirse como los "cultivadores de vid".

El vínculo

Gerard Cretenze es hijo de Gaetano. Fue empleado bancario. Siempre fue un referente del vino entre sus amigos. Y supo convivir con el "vos que sabés de vinos". Un día entendió que había una voz que lo llevaba de la mano hacia un lugar en donde estuviera más cerca del vino. Descartada la viña y la bodega, se jugó a crear una marca. Definido ese primer paso, comenzó a explorar lugares, personas y expertos. Por casualidad, llega a la bodega "Casa Grande". "Es medio misterioso. Cuando iba en el auto sentí una adrenalina especial", dice Gerard a Montevideo Portal.

Esa fue la primera de un conjunto de reuniones con la Familia Di Maio. A los encuentros con Florencia Di Maio se sumó luego el enólogo que colabora con "Casa Grande", Marcelo Laitano.

Todavía había que explicar esa especie de "nerviosismo" que sintió el primer día que llegó a la bodega.

Las conversaciones fueron dando la pista: la mamá de Florencia nació en un pueblo calabrés distante 50 kilómetros de Sangineto.

La pasión

Gerard tenía claro que quería hacer un vino que lo expresara, que justificara y convalidara sus gustos. Junto a Florencia y Laitano llegaron al Tannat Amable, un blend con un 70% Tannat, un 25% Merlot y un 5% Viognier.

"Es el vino que quería", dice Gerard. La aventura había comenzado en el 2007 y el primer vino salió en el 2015. "La idea central está marcada por la palabra ‘Amable'. Busco un amplio horizonte de consumidores en donde los taninos se muestran domados con las intervenciones de las otras cepas". En julio de 2016 se envasaron 1.000 botellas de este vino. Ha madurado en botella todo este tiempo y se muestra cada vez mejor.

El horizonte de la marca "Gaetano Cretenze" es amplio. Busca ser un referente en todas las acciones de tipo cultural y artístico.

Junto a la sommelier Traianna Rosas desembarcó en Buenos Aires con una cata en el bar porteño Rey de Copas. En Uruguay este vino se puede encontrar en diversas tiendas. En forma paralela, lanzo la línea en el café literario "Tiempo y tiempo" y prevé llegar a Carmelo al wine bar "El Bodegón".

La etiqueta viene con el sello del inmigrante. A partir de las ideas del artista ruso Vasili Kandinsky, surge una brújula, una síntesis para la que trabajó el diseñador Gabriel Pica y los hijos de Gerard.

Este vino y esta marca son una expresión fiel de aquella partitura que, quizás, nació en los antiguos enotrios.