Elaboración
Las viñas crean uvas para garantizar la supervivencia de su especie. Cuando un animal ingiere la uva, la parte dura (la semilla), a través de la defecación quedan esparcidas con probabilidades altas de germinar. La uva, a su vez, busca en el vino, su posteridad. Pero hay veces que no habrá posteridad; es el caso de las centenarias viñas que estaban ubicadas a 107 kilómetros de Montevideo, cerca de Florida, pertenecientes a lo que fue la Bodega La Cruz, y que habían sido declaradas Patrimonio Nacional.
La historia es así
Estos viñedos y bodegas nacen en el siglo XIX a partir de la necesidad de hacendados y comerciantes de atender al gauchaje que quedó afectado por el alambramiento de la campaña. Habían quedado "desempleados". Fue la Asociación Rural de entonces que promovió este emprendimiento; incluso -según consta en actas- se buscaba promover la disciplina de la mano de obra rural. Era el año 1887.
De acuerdo a varias publicaciones consultadas, el cuidado en los viñedos y la esmerada aplicación de las técnicas más modernas para la elaboración de vino llevaron a que el enólogo italiano Armiño Galanti, de visita en el país entre 1917 y 1919, considerara la empresa como la "Bodega Modelo". Se trataba, según Galanti, de un ejemplo a imitar para los otros establecimientos. Se desarrollaron unas 60 hectáreas de viñas en un total de 600 hectáreas.
"El establecimiento [...es] una especie de oasis en un desierto de campos incultos, cuyas hermosas dependencias, cubiertas de árboles y flores, se destacan de los alrededores más próximos, que no ofrecen, por cierto, muchos atractivos. El orden, la prolijidad, los conocimientos científicos y prácticos se evidencian en todas partes, ya sea en los viñedos, aún más hermosos por su situación pintoresca y por los árboles que los rodean, ya sea en el pequeño parque sombreado y florido, como en el interior de la bodega", escribió el enólogo italiano.
Galanti había encontrado allí un suelo textura media con influencia de fracciones gruesas provenientes de rocas antiguas profundamente meteorizadas. Se trata de un suelo con rocas a poca profundidad y las raíces exploran fácilmente el perfil del suelo. Tiene una fertilidad media a baja que restringe crecimientos vegetativos exuberantes. Los técnicos sostuvieron que, a pesar de estas características del suelo y de la edad de la viña, son capaces de desarrollar un metro cuadrado de superficie foliar, alcanzando buen grado de maduración.
Durante casi todo el siglo XX, la bodega La Cruz perteneció a la familia Arocena, cuyos antepasados habían participado de la sociedad inicial promovida por la Asociación Rural. En 1955 la familia Arocena ya tenía el 100% de las acciones de la empresa Sociedad Vitícola del Uruguay. Allí se plantaron Tannat, Malbec y una cepa de baja calidad y relevancia alcohólica, Folle Noir.
Las viñas tenían 100 años. En el 2008, la familia Arocena se desprende de todo el predio, incluyendo viñas y bodega. Esta bodega fue el primer crédito concedido por el Banco República. "La acción del Banco República será poderosa, amplia, vasta, útil, proficua porque viene a ser esfuerzo impulsor de nuestra riqueza acumulada; regulador normal del crédito, sin intermitencias ni caprichos en sus múltiples manifestaciones; ayuda constante de la producción y del trabajo", dijo el 24 de agosto de 1896 don Francisco Vidiella, Ministro de Hacienda de entonces. Vidiella había viajado a Europa entre los años 1873-74. Cuando regresó promovió la vitivinicultura e introdujo una cepa, la Folle Noir, ya citada. Vidiella fue uno de los accionistas de la bodega creada en 1887 por lo que la cepa que había traído también se plantó en Florida.
En el año 2010, los campos, la bodega y viñas fueron vendidas por los Arocena a un italiano, Fabio Balzarini.
La declaratoria de Patrimonio
La Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación había iniciado acciones para que se declara Monumento Histórico Nacional, la "Estancia y Bodega La Cruz", ubicada en Paraje de la Cruz, Padrón N° 3.728 (436 hás.) y N° 4.883 (228 hás.) 3ª Sección Catastral del departamento de Florida. En el 2010, con la firma del ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, la resolución N° 526/010, lo declaró Monumento Histórico.
En los considerandos de la resolución (www.impo.com.uy/bases/resoluciones/526-2010/1) se dice que "las edificaciones existentes datan de finales del siglo XIX y están compuestas por el casco central, bodega y cava, residencia o casa patronal, depósito, y administración", y que "la Bodega La Cruz está identificada como la más antigua del país dedicada a la producción industrial de vino con actividad ininterrumpida desde hace 120 años".
"Las instalaciones junto con las viñas y la bodega como lugar de producción, conforman un paisaje rural singular habiendo recibido pocas intervenciones en el transcurso de los años (...). La Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación entiende que el establecimiento La Cruz constituye, en su devenir histórico, un referente y vivo ejemplo de la historia vitivinícola del país. (...) El Poder Ejecutivo animado de propósito de preservar los bienes culturales como en el caso un testimonio de la producción vitivinícola nacional, accederá a lo solicitado declarando Monumento Histórico Nacional "La Estancia y Bodega La Cruz" ubicada en el departamento de Florida", dice la resolución.
El italiano Balzarini -según un artículo de Bodegas del Uruguay- "puso foco en la recuperación y revaloración de la viña, cosa que no formaba parte de sus planes originales, y durante los cuatro años siguientes rescató 21 de las casi 60 hectáreas que el viñedo poseía en 2007. La composición de la viña actualmente es de 14 hectáreas de Tannat de 85 años documentales (fuente INAVI) y 3,5 de Folle Noir, las dos uvas que hicieron nacer la vitivinicultura de Uruguay. El resto es de Cabernet Sauvignon nuevo." El último vino de calidad elaborado allí, fue realizado por la enóloga Estela de Frutos. Se llama "Jano" y es un Tannat. De Frutos también elaboró un vino llamado "Crono" con la cepa Folle Noir. Ambos vinos se encuentran en tiendas de vinos de Montevideo.
El final
Las cosas no fueron bien para Balzarini. El año pasado vendió las 600 hectáreas a un grupo inversor sirio que, según las consultas realizadas por Montevideo Portal en diversas fuentes -técnicas y del mercado vitivinícola-, no queda ni una fila de las viñas centenarias. Fueron arrancadas y el predio ahora es utilizado para la cría de ganado. La bodega llegó a tener 80 operarios. Hoy hay una sola persona trabajando y la propiedad no posee ni luz.
Juan José Arocena, que fuera uno de los dueños de la bodega, dijo a Montevideo Portal: "La venta ya me había causado un infarto. Fíjese que nací allí. Ya no se puede llorar sobre la ceniza".