Comenzó temprano a probar vinos en Melo. Su padre era distribuidor de los vinos de la bodega Giménez Méndez y las botellas que llegaban de Canelones primero pasaban por el incipiente catador. Federico de Moura tenía 15 años. Mucho corcho ha quedado por el camino desde aquellos días de adolescente en uno de los dos departamentos en donde no hay bodegas ni viñedos (el otro es Treinta y Tres). De Moura -con 37 años- ha sido elegido el mejor sommelier de Uruguay y recientemente participó junto a otro sommelier uruguayo, Pablo Rodríguez Mezzeta, en un certamen mundial realizado en Canadá en donde se eligió al mejor de América de su profesión. Entre 20 participantes, De Moura se ubicó en el lugar 9 y Rodríguez Mezzeta en el 13. De Moura también participó en el mundial de sommelier realizado en 2016 en Mendoza.
Había intentado incursionar en otros estudios, pero en el 2004 su padre le muestra un aviso en donde se anunciaba el primer curso de sommelier que organizaba la Facultad de Química. De Moura se inscribió e integra la primera generación de egresados de allí. Tras sus estudios trabajó en diversos restaurantes y viajó a Francia e Inglaterra para profundizar sus estudios en la industria del vino. Desde el 2013 es el sommelier de Sofitel Carrasco.
Con 22 años vinculado al vino y habiendo superado varios desafíos, comenzó a dibujarse en el horizonte otros objetivos. "La idea de hacer mi propio vino estuvo siempre latente, al igual que cumplir mi sueño de tener mi propio restaurante", declaró De Moura a Montevideo Portal. La idea le fue planteada a Nicolás Monforte que posee junto con el Ing. Eduardo Abreo un viñedo y bodega en la zona de El Colorado, Canelones.
El Tannat "Demmon"
"Nunca dudé de que fuera nuestra variedad insignia en el extranjero la mejor opción para poder realizar un vino. La idea era poder mostrar un vino tinto en base de Tannat, con plantas de origen francés y desarrolladas en un entorno y terroir de producción emblemático y tradicional del Uruguay." Los viñedos están linderos al camino de la Escuela de Vitivinicultura Tomás Berretta, en una zona de gran desarrollo y potencial vitivinícola.
La uva empleada por De Moura y Monforte fue tratada con mínima intervención, fermentada en piletas de mil litros. El vino posteriormente fue añejado en barricas de tercer y cuarto uso provenientes de la bodegas Pisano y Bouza, 2 de ellas de origen francés y 2 de origen americano. Las plantas son clones de origen franceses, (Tannat 398 en portainjerto 3309) con una producción promedio de unos 16 a 17 racimos por planta, con raleo leve en verde y de racimos post envero. Es cosecha 2016. En el seguimiento realizado de la uva, los antocianos junto a los polifenoles totales tuvieron un comportamiento aceptable. (Los antocianos son los pigmentos tintos de la uva; los polifenoles pasan al vino durante la maceración y provienen de las uvas moradas, particularmente de su piel, que los producen como una forma de protección contra las relativamente altas temperaturas a las que están expuestas.)
En cuanto al análisis sensorial realizado, los vinos analizados "fueron descriptos (por los panelistas) como frutados, estructurados y armónicos, presentando buenos niveles de taninos suaves que le imparten un destacado volumen en boca".
El vino, que pronto saldrá a la venta, se llama Demmon, una derivación de la fusión de los apellidos de dos impulsores, de Moura por un lado y Monforte.