En Argentina llegó a su fin la extensísima "Son de Fierro", una ficción que se transformó de la comedia costumbrista al drama lacrimal, que incluyó un divorcio y la muerte de uno de sus protagonistas.
Aquel férreo (¡cuac!) matrimonio entre los personajes interpretados por Osvaldo Laport y María Valenzuela bajó la cortina. Ella le confesó que el hijo era de Juan Cruz (Martín Seefeld) y Fierro decidió viajar a Ushuaia junto a Isabel (Andrea Pietra).
La sufrida Morena (Vanesa González) decidió quedarse a vivir en Buenos Aires, cuenta La Nación. Y Lucho Fierro (Felipe Colombo) ante la evidencia de que no lo ama, se despidió de ella.
El final más esperado de la historia era el de Rita, la pérfida villana que encarnó Eleonora Wexler, y que se recibiera de mala con el asesinato de Juan Fierro (Mariano Martínez), el ciego que recuperó la vista unos segundos antes de morir.
En un capítulo reciente, se disfrazó de hombre con el fin de escaparse al Uruguay junto a la hija de Morena. Pero fue detenida y declarada inimputable.
Este desenlace es el más criticado por su excesiva irrealidad. Internada en un hospicio, le pide a Juan que vaya a buscarla. Como no aparece, toma un cortapapeles, que nunca debería quedar al alcance de alguien en una situación de encierro terapéutico y lo apunta a su pecho. La escena termina con un grito desgarrador.
En las escenas culminantes, se la ve con heridas en los brazos y la cara, y los ojos con pupilas blancas. Cerrando la ironía máxima, dos enfermeras explicaron su intento de suicidio que terminó en ceguera. Aunque no se detienen en el hecho de que el corte le dejó los globos oculares en perfecto estado.
Parece que todavía existen casos en donde la ficción supera a la realidad.