En los baúles, cargados de libros, ropa y algún objeto apreciado, hacia principios del siglo XX también vinieron de Italia plantines viníferos. Veinte mil kilómetros recorrieron esos buques trayendo italianos que zarpaban de diversos puertos. Esos plantines se hicieron parras en los patios de las casas de Montevideo y luego en las pequeñas chacras que fueron constituyendo el complejo vitivinicultor más relevante del Uruguay, en la zona metropolitana.
Así llegó al país, un conjunto de cepas. Algunas ya no existen, pero otras adquirieron visibilidad y fortaleza en la oferta de vinos uruguayos.
Con ese telón de fondo, algunas bodegas están explorando la elaboración de vinos con cepas que vienen del fondo de la historia. Eso ocurre porque leen -adecuadamente- que el mercado uruguayo está reclamando vinos y cepas diferentes.
Es el caso de dos bodegas: Bracco Bosca en Atlántida y Don Pose en Melilla. En ambos casos los vinos que elaboran son interesantes y calzan en esa búsqueda de productos diferentes.
Bracco Bosca trabajó con Moscatel de Hamburgo y Don Pose con Moscato Giallo (esta última una de las más antiguas en Italia).
Moscatel es en Uruguay una uva básicamente de mesa. Es, quizás, la más expandida en el mundo y es la madre de unas 300 variedades. En los últimos años, con los trabajos de búsqueda de antecedentes con estudios del ADN, se van descubriendo los orígenes de las cepas. Moscatel, así, parece ser la madre que mayor descendencia tiene.
En Italia se usa para hacer un licor llamado "Passito", lo mismo en España y Portugal. Es interesante lo que ocurre en Argentina: en este país, el Moscato está muy desarrollado y es consumido tradicionalmente con pizza, herencia italiana si las hay.
En Uruguay, muchos años atrás, el Moscato era un vino muy aceptado en las familias.
Bracco Bosca elaboró un vino con Moscatel de Hamburgo, que tiene una baya oscura, no tinta. Mediante el procedimiento en bodega, logró hacer con su enólogo Marcelo Laitano un vino blanco interesante, fresco, maduro, con tonos en nariz que van de lo frutal a lo herbáceo.
La bodega Pose, a su vez, se lanzó al mercado con un Moscato Giallo. Esta cepa es conocida por sus grandes racimos de uvas amarillo oscuro y por la tonalidad dorada de sus vinos.
Patricio Pose, que dirige la bodega, comentó a Montevideo Portal, que es una de las variedades más frutadas que conocen. En efecto, este vino de bodega Pose en nariz el primer perfume que llega es de una manzana dulce trozada. Con una temperatura de 10 grados, es un vino amable, de color pálido y muy bebible para estas temperaturas que se avecina. Está plantada con el sistema de conducción "Parral" porque el suelo de Melilla es muy fértil.
La producción por hectárea es de 15.000 kilos para este vino.
Ambos vinos se sirven a 10 grados y se pueden acompañar con pizzas, milanesas o quesos tranquilos.
Por Linng Cardozo*
*Es periodista, artista plástico y sommelier. Dirige www.lacataentucasa.com.uy. Tiene 62 años, 3 hijos, una nieta y es hincha de Nacional.
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