La campaña política ha sido criticada desde diversos frentes -incluyendo a los propios candidatos- por su superficialidad y apelación constante a los jingles o los eslóganes en lugar de las propuestas. El sociólogo Gustavo Leal aseguró a Montevideo Portal que "la era del vacío está acaparando la campaña" y el semiólogo Washington Silveira consideró que "se ha delegado al jingle, al spot, al slogan y en definitiva a las agencias de marketing y publicidad, la responsabilidad de generar el efecto de adhesión".
La iniciativa "Basta de Jingles" (que tiene una cuenta de Twitter y otra de Youtube), en sintonía con estos conceptos, se propuso descubrir cómo quedan las publicidades políticas si se les saca el jingle y se dejan solamente las imágenes y los efectos de sonido.
El recurso de quitar la música original a videos conocidos no es nuevo. Su ejemplo más famoso es la versión de "Happy", de Pharrell Williams, sin la pista de audio y solamente con el sonido ambiente.
Basta de Jingles comenzó ayer por el spot de Luis Lacalle Pou y hoy reveló el de Pedro Bordaberry. Mañana le tocará a Tabaré Vázquez.