Sobre el comienzo, Leonardo Melón habló sobre el surgimiento del club y el éxito que ha adquirido. Actualmente se encuentran buscando un lugar para mudarse debido a la amplia demanda que reciben. También hizo refrencia a la relación con los vecinos. "Una de las cosas que tiene que tener muy claras la gente que hace un club es tratar de ser discreto y no alardear de dónde están las plantas, por diversas razones", explicó el economista.
"El IRCCA- Instituto de Regulación y Control del Cannabis-, cuando te inspecciona, toma en cuenta temas de seguridad, no solo para evitar posibles robos, sino también para evitar cualquier incendio por malas condiciones eléctricas", comentó Melón, refiriéndose a los requerimientos para que un club de este tipo esté autorizado. "Es bastante exigente. No es imposible pero tampoco es para vagos", añadió.
Los clubes cannábicos pueden tener un máximo de 45 socios. Consultado sobre el perfil de quienes participan en su asociación, Melón aclaró que se trata de un grupo bastante reconocible en algunos aspectos. "Debemos tener un 75 u 80% de socios que son profesionales. Las edades van entre los 24 años y los 60, hay hombres y mujeres, aunque la mayoría de los que en el inicio quisieron entrar a los clubes son varones. Son de nivel socioeconómico medio o medio-alto", especificó.