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60 años del arribo de Mengele a Sudamérica

Este sábado se cumplen 60 años de la llegada de Josef Mengele a Sudamérica. El investigador uruguayo Héctor Amuedo, quien estudia el paso del criminal nazi por la región, elaboró un completo informe, que publica a modo de primicia Montevideo Portal.

19.06.2009 00:00

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2009-06-19T00:00:00-03:00
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El investigador Héctor Amuedo lleva adelante desde hace varios meses una completa tarea de reconstrucción del pasaje de Josef Mengele por el Cono Sur. En el marco de dicha investigación logró acceder a importantes datos acerca de la breve permanencia del criminal de guerra en nuestro país, donde contrajo matrimonio. Con paciencia y dedicación, Amuedoconsiguió seguir paso a paso el azaroso periplo que el "ángel de la muerte" emprendiera por Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, luego de la caída de la Alemania de Hitler.

Como en anteriores ocasiones, el investigador comparte los resultados de su tarea con Montevideo Portal, ofreciendo en esta ocasión una detallada cronología de la vida de Mengele en la región.

El 20 de junio de 1949, a bordo del vapor de bandera panameña “North King”, procedente del puerto italiano de Génova, arribó a Buenos Aires el criminal nazi Josef Mengele. Portaba pasaporte falso de la Cruz Roja Internacional Nº 100.501 a nombre de “Helmut Gregor”. Llevaba una maleta que contenía su más preciado tesoro, las notas sobre sus “experimentos” de Auschwitz y algunos portaobjetos de cristal de microscopio con muestras de sangre.

Con relación a estas notas (cuyo paradero final aún se desconoce) hubo un momento de tensión al pasar la aduana. Un funcionario aduanero preguntó a “Gregor” (Mengele) de qué se trataba aquello, a lo que Mengele respondió “son anotaciones biológicas”. Se llamó a un médico del puerto, pero como éste no hablaba alemán y no entendía lo escrito, lo dejaron pasar. Al salir del puerto no estaba quien debía esperarlo (“Rolf Nuckert” es el seudónimo que da Mengele en su diario) por lo que tomó un taxi que lo condujo al Hotel Palermo, un hotel barato que, ubicado en el cruce de la calle Godoy Cruz y la Avenida Santa Fe, aún se mantiene con el mismo aspecto que entonces tenía.

 
 Hotel Palermo, primera escala de Mengele en Buenos Aires. Héctor Amuedo

Luego de algunos meses, alquiló una habitación a los esposos Otto y Bertha Pantz, en su casa de la calle Sarmiento 1875, localidad de Olivos, Provincia de Buenos Aires. Esa dirección es la que aparece en la Sentencia de Divorcio de su primera esposa, Irene Schönbein, en el expediente de su matrimonio en segundas nupcias celebrado en Nueva Helvecia, Uruguay, con la viuda de su hermano Karl, Martha María Will. Dicho expediente pudo ser obtenido íntegro por Héctor Amuedo en el Registro Civil de la Intendencia Municipal de Colonia.

Un año y medio después, el criminal de guerra se traslada a vivir como inquilino en casa de Teodoro Malbranc, en la calle Arenales 2460, también en Olivos. Esa residencia fue durante mucho tiempo el centro de operaciones de la organización que recibía y ocultaba nazis en la Argentina, conocida como “Spinnewebe” (telaraña). Parece probado que en el largo período en que vivió en esta casa, Mengele visitó en varias ocasiones al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, en su Residencia Presidencial de Olivos, durante su segunda presidencia (1952 a 1955).

 
 Casa de la calle Sarmiento, donde el criminal de guerra residiera por un tiempo. Héctor Amuedo

En declaraciones del propio Perón, en 1970, al periodista Tomás Eloy Martínez, el ex mandatario argentino expresa que un médico bávaro especialista en genética, de apellido “Gregor”, solía visitarlo en Olivos y le contaba de sus experimentos en vacas, a las que lograba hacer parir, a voluntad, terneros gemelos.

Posteriormente, en su período de convivencia y matrimonio con Martha Will (de 1956 a 1959) Mengele vivió en una lujosa casa, comprada por él, de dos pisos, con piscina y un hermoso jardín, ubicada en el 968 de la calle Virrey Vertiz, en un distinguido vecindario de Vicente López, continuación de la localidad de Olivos). Es en esta casa que el Mossad lo busca en 1960. Pero la operación es infructuosa, porque Mengele ya no estaba allí: el “pájaro” había volado, hacía más de un año, de la Argentina.

En febrero de 1959, Mengele había solicitado Certificado de Buena Conducta en la Policía Federal Argentina para viajar hacia Alemania, pero se ignora si efectivamente llegó a viajar a su país natal. El 23 del mismo año, Josef Mengele es incluido en el Registros de Extranjeros en Paraguay, con el Nº946 M . Al día siguente, 24 de octubre de 1959, se le expide la Cédula de Identidad paraguaya Nº 293.348 a nombre de José Mengele. El 27 de noviembre de ese año, la Corte Suprema de Justicia, en el Acta Nº 809, le otorga la Carta de Naturalización. Para tramitar dicho documento, Mengele tuvo que entregar un Certificado de Residencia por más de 5 años en el país. Esto, desde luego, era falso.

Quienes testificaron su residencia en Paraguay por ese período fueron Werner Jung, nacido en Alemania en 1914 y dueño de una ferretería (la Ferretería Alemana) en Asunción , y cabeza, entonces del partido nazi paraguayo. Su segundo testigo fue el Barón Alejandro Von Eckstein (amigo del presidente Stroessner) nacido en Estonia en 1907. En Paraguay, el as de la Luftvaffe, Hans Rudel, presenta a Mengele a su amigo austríaco Wolfgang Gerhard. Este lo ayuda a instalarse en Brasil en 1961, en una hacienda propiedad de la familia Stammer, de origen húngaro.

 
 Finca de la calle Virrey Vertiz. Héctor Amuedo

En 1977 se encuentra instalado en su último refugio en la localidad de El Dorado, cerca de la ciudad de Sâo Paulo, protegido entonces por la familia Bossert, de origen austríaco. Habría muerto ahogado en una playa del balneario de Bertioga, estado de Sâo Paulo, el 7 de febrero de 1979. El 6 de junio de 1985 es exhumado su cadáver (enterrado en 1979, en la sepultura Nº321, bajo el falso nombre de Wolfgang Gerhard) en el cementerio paulista de Nuestra Señora del Rosario, en Embú. Pericias antropológicas llevadas a cabo por un equipo multidisciplinario internacional identifican el esqueleto como el de Josef Mengele.

En 1992, un test de ADN, realizado con muestras extraídas de sus restos y con muestras de sangre de su hijo Rolf (hijo de su primer matrimonio con Irene Schönbein) confirma más allá de toda duda esa identificación. Josef Mengele, llegado por primera vez, en su exilio sudamericano a Buenos Aires el 20 de junio de 1949, fue, a partir de esa fecha, un perpetuo fugitivo, sin paz hasta el día de su muerte.

Héctor Amuedo

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