Volar en Alas Uruguay: reseñamos sus servicios y comodidades

El negocio del transporte por aire nació a principios del siglo pasado con los primeros dirigibles utilizados para llevar pasajeros. Ya en esos tiempos pioneros era algo complejo, y esa característica se ha conservado hasta nuestros días. Se trata de una actividad que maneja costos elevados y requiere una logística enorme y precisa, y a lo largo de la historia numerosas compañías que parecían gozar de inmarcesible solvencia, acabaron capotando estrepitosamente. En nuestro país hay ejemplos recientes al respecto.

Surgida de las cenizas de la desaparecida Pluna gracias a la tenacidad de sus ex trabajadores y al apoyo crediticio estatal, Alas Uruguay comienza su andadura bajo la mirada atenta del mundo de la aviación comercial. No por su porte (actualmente opera tres aparatos) sino porque se presenta bajo una modalidad de negocios sui géneris, inédita en el mundo. Tal como lo ha explicado en más de una ocasión su presidenta, Sabrina Acevedo, es "una Sociedad Anónima que tiene una sola acción, y es de todos sus trabajadores".

Quien escribe estas líneas ocupó un asiento en el vuelo inaugural de la frecuencia Montevideo - Buenos Aires de la novel empresa. No es experto en temas aeronáuticos ni un viajero frecuente, pero ha tenido la suerte de volar en más de una docena de aerolíneas en tres continentes, desde las más económicas a las más prestigiosas. Por ello, se permite reseñar algunos detalles y sopesar las oportunidades de Alas Uruguay.

Póngase cómodo

Lo primero que llama la atención es la apuesta por el confort: mientras en el mundo proliferan y prosperan las aerolíneas "low cost", que seducen con su bajos precios y ofrecen comodidades y servicios abominables, Alas Uruguay pone sus fichas en la otra punta del tablero. Sus Boeing 737 300-SP son un clásico de la aviación comercial, y conocidos por su amplio espacio entre asientos. Se trata de un detalle no menor, ya que últimamente se han multiplicado las "disputas territoriales" entre pasajeros debido a lo encimado de las butacas.

Además, y tal como explicara su vicepresidente, Nicolás de los Santos, a Montevideo Portal, las aeronaves fueron reacondicionadas y se les retiraron algunos asientos, lo que convierte a la nueva y modesta aerolínea uruguaya en líder mundial en espacio para el pasajero.

Estos detalles de confort, ofrecidos sin acrecer los precios gracias a "buenos acuerdos comerciales" harán sin duda muy atractiva la oferta de Alas Uruguay en la región, y ni hace falta decir que sus aparatos son más que aptos para el puente aéreo entre las capitales rioplatenses.

La mesa está servida

"(. . . ) si viajásemos muy rápidamente en avión durante toda nuestra vida conseguiríamos vivir más. Sin embargo, el pequeño incremento en nuestro tiempo de vida causado por este movimiento se vería de sobra compensado por el hecho de tener que alimentarnos siempre con la comida que sirven en los aviones"

Stephen Hawking: El universo en una cáscara de nuez.

Tal como se ha expresado líneas arriba, la competencia en el mercado aeronáutico suele centrarse en ofrecer las tarifas más bajas posibles, aún si esto supone una drástica pérdida de calidad. Ejemplo claro de ello es el caso de la irlandesa Ryanair, abanderada del modelo low cost, que recientemente pretendió instalar en su aviones una suerte de taburetes de bar donde los pasajeros irían semiparados, pero bien barato. Por fortuna, las autoridades aeronáuticas europeas no aprobaron -al menos por ahora- el nuevo diseño.

Este afán por reducir costos se refleja a menudo en la comida de abordo (¿pollo o pasta?). Cierto es que hay honrosas excepciones -este cronista se permite mencionar como ejemplo a la aerolínea lusitana TAP- pero por lo general la comida de a bordo no suele ser gran cosa. Y peor aún es el caso de los comistrajos que suelen brindarse en los vuelos de corta duración.

En ese sentido, Alas Uruguay ofrece una alimentación acorde a los vuelos de alcance corto y medio que está realizando en la actualidad. Así, no sirve en las mesillas banquetes propios de Lúculo, pero apuesta por una línea de bocadillos bien elaborados (con opción vegetariana), jugos naturales y postres tentadores, todo ello producido en Uruguay. Un menú que le lleva la contra al propio Hawking.

Consideración final

En el cambiante mundo del negocio aeronáutico nadie tiene "el diario del lunes". No es posible saber cómo le irá en el futuro a esta innovadora compañía uruguaya. Sin embargo, pese a ser de momento un operador cuantitativamente pequeño, los elementos positivos señalados líneas arriba son sin dudas buenas cartas a su favor.

Quizá el desafío para Alas Uruguay consiste en lograr que los viajeros de la región sepan de su existencia y sus características diferenciales. De lograr eso, sus oportunidades de éxito sin duda crecerán.