El video fue grabado durante una fiesta en la ciudad de Sevilla, donde Maradona residió entre 1992 y 1993, cuando jugó en el principal equipo de la ciudad española.

En aquel momento, ni él ni nadie podría imaginar que décadas después surgiría un fenómeno llamado redes sociales, y que esas imágenes cobrarían nueva vida y arrancarían lágrimas de emoción de los ojos de sus numerosos admiradores.

El antiguo registro fue puesto sobre el tapete ayer por la cuenta de Twitter italiana Museo di Emozioni Napoli, y de inmediato se viralizó. En respuesta a la publicación, numerosos maradonianos de todo el mundo expresaron palabras de admiración y homenaje.