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Por The New York Times

Una conversación de Navidad sobre Jesucristo

La última entrega de una serie esporádica de conversaciones sobre el cristianismo.

26.12.2022 13:27

Lectura: 8'

2022-12-26T13:27:00-03:00
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Por The New York Times | Nicholas Kristof

Esta es la última entrega de mi serie esporádica de conversaciones sobre el cristianismo. Anteriormente he conversado con el reverendo Timothy Keller, Jimmy Carter, el cardenal Joseph Tobin y otras personas. Esta es mi entrevista con el reverendo Russell Moore, quien fue un alto funcionario de la Convención Bautista del Sur y ahora trabaja como editor en jefe de Christianity Today. Por razones de espacio, ha sido editada.

Nicholas Kristof: ¡Feliz Navidad! Yo admiro muchísimo las enseñanzas de Jesús, que a mí me parece que son de centro izquierda (¡solo lo digo para provocarlo un poquito!), pero me cuesta trabajo creer lo de los milagros. Así que comencemos con la natividad. ¿Por qué seguir insistiendo hoy en día acerca de la virginidad de María?

Reverendo Russell Moore: Esa es una convicción fundamental del cristianismo. En cuanto al contraste entre los milagros y las enseñanzas de Jesús, yo sostendría que, de estas dos cosas, las enseñanzas son en realidad las más difíciles de conciliar con el mundo que conocemos. “Ama a tus enemigos” y “da la otra mejilla” son en verdad difíciles de asimilar. Es por eso que a veces oímos que los cristianos consideran que el sermón de la montaña es un “punto débil” o “no es realista” en momentos como estos. Algunas personas tratan de aceptar los principios de Jesucristo al mismo tiempo que rechazan sus milagros y otras intentan hacer lo contrario. El evangelio dice que debemos aceptar ambas cosas.

Kristof: Cuando se escribieron los Evangelios, la gente no comprendía la ciencia de la concepción ni de muchas otras cosas. Por ejemplo, la idea de que Jesús “ascendió” al paraíso plantea que el paraíso es un espacio que está encima de nosotros, lo cual pocas personas creen ahora. Así que ¿por qué insistir sobre la infalibilidad de la Biblia? ¿Por qué tomar literalmente la palabra “ascensión” o el hecho de que la gente arda en el infierno?

Moore: Es lo que C. S. Lewis llamó “esnobismo cronológico”. Desde luego que la gente del siglo I sabía cómo se concebían los bebés. Por eso, cuando María le dijo a José que estaba embarazada, la respuesta de él no fue: “Esto está comenzando a parecerse mucho a la Navidad”, sino más bien empezó el proceso de romper su compromiso matrimonial. Al principio, supuso (equivocadamente) que le había sido infiel. Los milagros de Jesús fueron señales precisamente porque parecían contradecir la manera en que el mundo funciona por lo regular. Los Evangelios en sí hablan de gente que ya en ese entonces trató de encontrarles otra explicación.

El discurso de la “ascensión” ya no implica que el paraíso esté en un espacio encima de nosotros, así como hablar de la “salida del sol” o de la “puesta del sol” no significa que el sol gire alrededor de la Tierra. Jesús nos dice que la eternidad está más allá de nuestra comprensión humana. Sin usar imágenes que podamos reconocer, no tendríamos manera de siquiera empezar a comprenderlos.

Kristof: Algunas de las personas más admirables que conozco han sido personas conservadoras religiosas. Charles Colson y yo no teníamos nada en común, pero su trabajo en las prisiones fue épico. Tengo un amigo médico que arriesga su vida en Sudán como misionero católico. Es frecuente que mi mundo de liberales desdeñe injustamente a los cristianos conservadores y que los liberales no valoren el modo en que estos cristianos son una tabla de salvación en pequeñas poblaciones de todo Estados Unidos cuando instalan comedores populares y albergues para emergencias. Dicho esto, yo no veo ningún liderazgo moral procedente de la mayor parte de la Iglesia conservadora actual. Con extremada frecuencia, veo fanfarrones engreídos que dicen tener un manto moral y luego lo utilizan para promover lo que, a mi parecer, son posturas inmorales. Nada de lo que haya pasado alguna vez en unos baños públicos de homosexuales fue tan inmoral como la manera en que el reverendo Tap Robertson denigraba a los homosexuales que se estaban muriendo durante la crisis del SIDA en Estados Unidos y se oponía al financiamiento destinado a la lucha contra el SIDA para salvar vidas.

Moore: Sí, es por eso que algunos de nosotros estamos tan preocupados por la integridad y la credibilidad moral de la Iglesia, sobre todo de sus representantes más públicos. Sí creo que algunos estadounidenses laicos —de derecha o de izquierda— tienden a no fijarse en los cristianos que realmente están llevando a cabo obras de compasión en las prisiones de Estados Unidos, en los centros para el combate del SIDA en África y en los refugios para gente pobre y sin hogar en todas partes. Por lo general, estas personas no publican comunicados de prensa sobre su trabajo y no les interesan tanto al resto del mundo como qué evangélico de la televisión apoya a qué candidato a la presidencia. Kristof: Hace un rato le hice una broma diciendo que Jesucristo parecía de centro izquierda. No era una broma del todo. Jesús dice: “Dichosos los pobres”, y les recomienda a los ricos: “Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres”, y afirma que es “más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Suena medio izquierdoso, ¿no?

Moore: Cristo era muy frustrante para las personas que lo rodeaban —a veces para sus propios seguidores— porque no se “alineaba” con ninguna facción política o nacionalista. Cuando el pueblo quería convertirlo en rey, se retiró a las montañas. Por eso contaba entre sus seguidores tanto a recaudadores de impuestos (colaboradores del Imperio romano) como a zelotes (quienes querían liberarse del imperio).

En todo el mundo, podemos encontrar cristianos evangélicos en casi cualquier parte del espectro político e ideológico. Cuando la mayoría de los laicos piensan en los evangélicos y la política, tienden a pensar solo en los evangélicos blancos y no toman en cuenta a los evangélicos negros, latinos y asiáticoestadounidenses, por no hablar de la mayoría de los evangélicos que nunca han pisado Norteamérica.

En algunos casos, Jesucristo parece de “izquierda” y, en otros, de “derecha”. Por eso cuando realmente prestamos atención a lo que dice, todos nos sentimos incómodos en uno u otro momento. Él solo se rehúsa a ser un personaje político “útil” para alguien.

Kristof: Dos de las principales cuestiones de índole moral con las que se ha relacionado a los evangélicos en las últimas décadas son el rechazo del aborto y de los homosexuales. Jesús nunca habló directamente sobre ninguna de estas dos cosas, pero sí fue muy explícito acerca de su postura contra el divorcio y a favor de regalar todo nuestro dinero. Entonces, ¿por qué apropiarse de la doctrina para obsesionarse con el aborto y las parejas del mismo sexo?

Moore: En realidad, esta premisa no es cierta. Jesús no habló sobre el matrimonio, ni en términos de su definición ni de su permanencia. Yo estoy contra el aborto por las mismas razones por las que estoy en contra de separar a los niños migrantes de sus madres en la frontera. No creo que debamos determinar el valor de alguien con base en lo poderoso o “viable” que es. Cuando Jesús dijo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, alguien le preguntó: “¿Y quién es mi prójimo?”. Cuando nos planteamos esa pregunta, ya sea que se trate de una mujer embarazada, su hijo no nacido, una familia de refugiados, una persona que tiene SIDA o alguien más, ya estamos fallando en cuanto a amar. Todos podemos y debemos amar a todos. —

Actualización: Muchas gracias a todos los lectores que hasta el momento ya han donado cerca de 3,6 millones de dólares a las organizaciones sin fines de lucro de la guía de donaciones navideñas que aparece en una de mis columnas. Esta suma ayudará a más de 30.000 familias. Para participar, visiten KristofImpact.org.Pueden comunicarse con Kristof en Facebook.com/Kristof, Twitter.com/NickKristof o por correo a The New York Times, 620 Eighth Ave., New York, NY 10018. El reverendo Russell Moore, quien fue un alto funcionario de la Convención Bautista del Sur y ahora trabaja como editor en jefe de la publicación Christianity Today, en Brentwood, Tennessee, el 22 de diciembre de 2022. (Aaron Hardin/The New York Times) El reverendo Russell Moore, quien fue un alto funcionario de la Convención Bautista del Sur y ahora trabaja como editor en jefe de la publicación Christianity Today, en Brentwood, Tennessee, el 22 de diciembre de 2022. (Aaron Hardin/The New York Times)