A principios de octubre, la Corte Suprema de India desestimó la solicitud de divorcio de un hombre que lleva 39 años separado de su mujer, y 27 intentando obtener la disolución legal de su vínculo.
El curioso caso sucede en India, donde el divorcio es un tema tabú y la nulidad legal del matrimonio suele obtenerse únicamente en casos probados de violencia o crueldad por parte de uno de los cónyuges.
La presión familiar y social, a menudo, obliga a las personas a permanecer atrapados en matrimonios infelices, e incluso cuando una de ellas exige el divorcio, los tribunales rara vez lo conceden.
Esta suerte de yugo jurídico demostró una vez más su vigencia en un caso que saltó a los titulares de los medios locales. Un médico y oficial retirado de la Fuerza Aérea, de 89 años, que había estado tratando de divorciarse de su esposa, una maestra jubilada de 82 años, vio su solicitud denegada por el Tribunal Supremo de la India.
El fallo se dictó a despecho de que el hombre lleva décadas litigando, y de que los magistrados admitieron que el matrimonio estaba “más allá de la salvación”.
Nirmal Singh Panesar y su esposa, Paramjit Kaur Panesar, se casaron en 1963. Su matrimonio fue feliz en un principio y tuvieron dos hijos y una hija. Nirmal estaba sirviendo en las fuerzas armadas y su esposa era docente en la Escuela Central de Amritsar. Y aunque ambos vivían vidas ocupados en sus profesiones, consideraban que su matrimonio fue “normal” hasta enero de 1984, cuando Nirmal fue destinado a la ciudad de Madrás, actualmente llamada Chennai.
El marido afirma que su esposa se negó a reunirse con él en el nuevo destino y prefirió vivir con sus padres y luego con uno de sus hijos. A pesar de varios intentos de resolver sus diferencias, el matrimonio se vino abajo, y en 1996 Nirmal solicitó el divorcio en el Tribunal de Distrito. Cuatro años después recibió un veredicto favorable, pero fue rápidamente anulado tras una apelación de Paramjit, quien argumentó que había hecho todo lo posible para mantener su “relación sagrada”.
Desde entonces, el indio, que se retiró de la Fuerza Aérea en 1990 con el rango de comandante, intentó llevar su caso ante la Corte Suprema para finalmente poder divorciarse. Su deseo se cumplió este año, pero el resultado no fue exactamente el que esperaba. Un tribunal formado por los jueces Aniruddha Bose y Bela M. Trivedi arribó en octubre a un curioso dictamen: ambos jueces reconocieron que el matrimonio de los octogenarios estaba “más allá de la salvación”, pero también consideraron que ese “detalle” no bastaba para justificar el divorcio.
“En nuestra opinión, no se debe ignorar el hecho de que la institución del matrimonio ocupa un lugar importante en la sociedad”, se lee en el fallo del tribunal. A pesar de la creciente tendencia a presentar procedimientos de divorcio, en los tribunales indios el matrimonio todavía se considera “una red de vida emocional piadosa, espiritual e invaluable entre el marido y la esposa”, se lee en el fallo.
“Por lo tanto, no sería deseable aceptar la fórmula de la ‘ruptura irreparable del matrimonio’ como una camisa de fuerza para la concesión del divorcio”, concluyeron los dos jueces.
El fallo del Tribunal Supremo también tuvo en cuenta la posición de la esposa. Al parecer, la mujer no estaba de acuerdo con su esposo y afirmó que todavía estaba dispuesta a cuidar de su él en su vejez, a pesar de que estuvieron separados durante décadas. También suplicó al tribunal que no le concediera el divorcio porque no quería morir con el “estigma” de ser divorciada.
En muchas partes de la India el divorcio sigue siendo inaceptable y solo uno de cada 100 matrimonios concluye de esa manera.