El Castillo Pittamiglio quedó encorsetado entre grandes edificios en la Rambla de Punta Carretas, como un enigma incrustado en la ciudad, pero la figura de su fundador parece crecer en el imaginario popular con el paso de los años.
La vida de Humberto Pittamiglio es objeto de controversias y pasto fértil para los mitos desde hace décadas, especialmente desde los años 90. Sobre él se mezclan leyendas, datos biográficos muchas veces incorrectos y algunos misterios aún sin respuesta.
Todo ello conforma una mezcla ideal para los intereses del matemático e investigador Eduardo Cuitiño, que desde hace casi una década escribe libros en los que busca información fidedigna y explicaciones lógicas a misterios históricos.
En su más reciente libro, El verdadero Pittamiglio (Fin de Siglo), intentó desentramar lo cierto y lo fabulado sobre la historia del enigmático arquitecto, además de aclarar muchos de los mitos que circulan sobre él sin respaldo fundamentado. ¿Se hizo rico tras conocer el género alquímico para generar oro que le enseñó Francisco Piria? ¿Hay un vinculo de Pittamiglio con el esoterismo? ¿En su testamento legaba sus propiedades hasta su regreso de la muerte?
Cuitiño indagó en fuentes históricas para dar respuesta a estas preguntas pero sin romper en el proceso la fascinación quie despierta este personaje, que según él dejó para la posteridad "los acertijos arquitectónicos más elegantes, complejos y fascinantes" del país. En charla con Montevideo Portal, adelantó cuáles fueron algunas de las conclusiones de El verdadero Pittamiglio.
¿Por qué el libro habla del "verdadero" Pittamiglio?
Es que está absolutamente instalada la siguiente leyenda: Pittamiglio fue el último hijo de una familia de inmigrantes muy humildes que llegaron del norte de Italia. Su padre era zapatero remendón y con mucho esfuerzo logró comprarle a Francisco Piria los terrenos de Trouville donde tenían una humilde casita. Le negaron el ingreso a la masonería por su orientación sexual. Pittamiglio vivió allí con su familia, se metió en el mundo de la alquimia guiado por su maestro Francisco Piria que le ayudó a conocer el secreto de la trasmutación de los metales. Logró el oro alquímico y se hizo rico al igual que Piria. Transformó luego la humilde casita de sus padres en un castillo para así poder esconder el Santo Grial, que había sido ocultado allí en la Segunda Guerra Mundial. Logró encontrar la llamada Panacea Universal y de hecho nunca murió. Su testamento aclara que lega el castillo de Montevideo a la Intendencia de Montevideo pero solo hasta su regreso, pues volverá de la muerte, porque de hecho nunca murió. Unos 40 años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, el Papa Juan Pablo II visitó Uruguay en realidad para pasar a buscar el Santo Grial que les había sido olvidado.
Bueno, es una historia muy linda, pero los documentos cuentan otra cosa. El libro El verdadero Pittamiglio busca construir una biografía documentada del arquitecto.
¿Qué te llamó la atención de este personaje y especialmente de los mitos que lo rodean?
Toda persona que pasa por primera vez por la rambla Mahatma Gandhi o por la ruta 71 en pueblo Las Flores en Maldonado queda sorprendido. ¿Y esto qué carajo es? Todo el mundo queda atrapado por sus construcciones, y yo solo soy un maravillado más. ¿Qué significan? ¿Para qué esas construcciones? ¿Quién vivía allí? ¿Qué hacían allí? ¿Qué necesidad de armar algo parecido a un castillo ahí? Son acertijos que sacuden a cualquiera.
¿A qué creés que obedece que se haya generado una imagen de Pittamiglio que no se ajusta con los datos históricos que encontraste?
Creo que primero que nada porque no son fáciles las respuestas. El supuesto vínculo de Pittamiglio con la alquimia genera una respuesta rápida y fácil, que puede abarcar todo sin esfuerzo. La alquimia es un gran auxilio ante todas las dudas, un gran paraguas. Por ejemplo, ¿qué son estos escudos heráldicos que fueron diseñados por él con estos símbolos tan raros? Y bueno, seguramente tengan un significado alquímico. Y así, quedándose con eso, con cara larga todo el mundo te queda mirando sin entender nada, sin preguntarse por qué.
Además, el supuesto vínculo de Pittamiglio con la alquimia nace en realidad del supuesto vínculo de Piria con la alquimia, lo hereda de Piria. Son leyendas que comenzaron a repetirse en la década de los 90. Muy probablemente porque los turistas se vieron maravillados con ese relato. Si uno tiene un castillo acá y el otro a 10 kilómetros, ¡mirá si no van a ser alquimistas los dos! ¿Vos tenés casa pero no tiene forma de castillo? Claro, porque vos no sos alquimista.
Por la inversa, ¿qué es lo que hay de real de la concepción que hay en el imaginario colectivo sobre Pittamiglio?
Lo que muy probablemente sea cierto es la negación de su ingreso a la masonería por su orientación sexual.
¿En qué archivos buceaste para encontrar datos biográficos?
Dentro del marco de la pandemia con la Biblioteca Nacional y del Palacio Legislativo cerradas, hice lo que pude con el Archivo General de la Nación, los registros de la Inspección General de Archivos Notariales del Poder Judicial y lo que pude conseguir gracias a la Intendencia de Montevideo. Tengo mucha habilidad para hurgar por internet también, donde conseguí el pasaporte con el cual ingresó Pittamiglio a Río Janeiro con su hermano menor Juan Pedro unos días antes del carnaval en febrero de 1950.
La firma de Pittamiglio
Buena parte del libro se basa en bajar a tierra los mitos más repetidos sobre Pittamiglio. Te pregunto tan solo por algunos: ¿Pittamigilio construía escaleras, puertas y ventanas "que no conducen a ningún lado"?
La supuesta escalera que no conduce a ningún lado en su castillo de Trouville en realidad figura en varios planos que están en posesión de la Intendencia de Montevideo y que fueron dibujados unos 10 años luego de fallecido Pittamiglio. Sencillamente se derrumbó un sector producto de las vibraciones de la demolición del edificio lindero en la década de los 80. La escalera completaba la vuelta; si falta una parte es porque se derrumbó, no porque nunca estuviera completa. Las supuestas puertas y ventanas que no conducen a ningún lado en realidad dan sobre lo que antes fue una construcción de su propiedad.
¿Piria fue mentor de Pittamiglio y la persona que lo inició en la alquimia?
El vínculo de Piria con Pittamiglio es muy dudoso. No se ha podido documentar. En realidad los terrenos de Trouville no fueron comprados por el padre de Pittamiglio a Piria. Su padre estaba en una posición económica holgada y era propietario de una importante casa que hoy se conserva en la esquina de Mercedes y Eduardo Acevedo (Ex Caiguá).
En el año 1917 Pittamiglio diseñó la iluminación de la avenida 18 de Julio en Carnaval, así como de varias plazas céntricas y de la rambla de los Pocitos. Al mismo tiempo Piria estaba construyendo una rambla en Piriápolis con un marcado estilo francés; sin embargo no se le ocurrió contratar a su supuesto discípulo Pittamiglio.
Otra cosa es que en el gran reconocimiento que tuvo Francisco Piria en los primeros días de junio del año 1919, donde decenas y decenas de personas de la zona de Pan de Azúcar y alrededores le agradecieron por la labor de fomento y desarrollo que hizo del lugar, construyendo carreteras, puentes, un puerto, varios hoteles, una central eléctrica e incluso instalando un tren, llama la atención cómo justamente ni más ni menos que el ministro de Obras Públicas de la época, que era justamente Humberto Pittamiglio, no se hiciera presente.
¿No hubo avisos fúnebres tras su muerte, ya que la creencia es que "desapareció"?
Sí se publicaron avisos fúnebres sí, al menos dos. Las exequias fueron financiadas por la empresa Adolfo Shaw S.A.
¿Su testamento estipula que su patrimonio sería donado hasta que regresara "reencarnado"?
Esa es la parte más curiosa de todas. Pittamiglio antes que nada era católico, así lo dejó por escrito en sus tres testamentos. Si en algo no creen los católicos justamente es en la reencarnación. Por otro lado, si hubiera dejado estipulado que las propiedades que legaba "eran hasta su regreso", sus testamentos no hubieran tenido valor ya que el juez actuante hubiera entendido que Pittamiglio no estaba en sus cabales a la hora de haberlos firmado.