Sting, el reconocido cantautor británico envió un mensaje de paz en medio de los conflictos entre Rusia y Ucrania e interpretó Russians, canción lanzada en 1985 en el contexto de la Guerra Fría. El cantante resignificó la canción y volvió a cantarla en una nueva versión Unplugged o acústica.
Al tema lo acompañó un sentido mensaje en el que aclaraba que no lo había cantado desde hace mucho tiempo. “Rara vez he cantado esta canción en los muchos años desde que fue escrita, porque pensé que no volvería a ser relevante”, explica. Sting asegura que “a la luz de la sangrienta y equivocada decisión de un hombre de invadir a un vecino pacífico y fraterno, esta canción es una vez más, una súplica por nuestra humanidad común”.
Russians formó parte del primer álbum en solitario del británico después de separarse de su banda, The Police. La canción se convirtió en una de las más altas en las listas de éxitos en la primera década de su carrera en solitario.
En esta ocasión el Sting dedica la interpretación a “los valientes ucranianos que luchan contra esta brutal tiranía y también por los muchos rusos que protestan contra este ultraje a pesar de la amenaza de arresto y encarcelamiento”.
“Todos amamos a nuestros hijos. Detengan la guerra”, sentencia antes de iniciar con la interpretación en un íntimo estudio, tocando una guitarra y acompañado por un violonchelo.
LETRA:
En Europa y América,
hay una creciente sensación de histeria,
condicionados para responder a todas las amenazas.
En los discursos retóricos de los soviéticos,
el Sr. Krushchev dijo: “Los enterraremos”.
No estoy de acuerdo con este punto de vista,
sería hacer algo muy ignorante,
si los rusos también aman a sus hijos.
¿Cómo puedo salvar a mi pequeño
del juguete letal de Oppenheimer?
No hay monopolio en el sentido común,
en ninguno de los lados de la valla política.
Compartimos la misma biología,
sin importar la ideología.
Créeme cuando te digo
que espero que los rusos amen a sus hijos también.
No hay precedente histórico
para poner las palabras en la boca del presidente.
No hay tal cosa como una guerra “ganable”,
es una mentira en la que ya no creemos.
Compartimos la misma biología,
sin importar la ideología.
Lo que puede que nos salve, a mí y a ti,
es si los rusos aman también a sus hijos.