Riki Musso me dice que vaya el lunes de mañana por el estudio para conversar, que él va a estar ahí barriendo. Cuando llego no veo ninguna escoba cerca y de hecho me parece casi imposible que alguien pueda barrer más de un par de centímetros cuadrados en un lugar lleno de cables, cajas, herramientas e instrumentos.
Guitarrista, compositor, cantante, técnico de sonido y productor. Riki combinó todas esas facetas al lanzar recientemente ¡Formidable!, su primer álbum desde que abandonó el Cuarteto de Nos, la banda que ayudó a formar en los primeros años de la década de 1980, y, que al decir del propio músico en una de sus canciones más conocidas, "se volvió un combo bastante famoso".
En este álbum el artista deja de lado su costado mas experimental -sin abandonarlo del todo- con un conjunto de canciones que no desentonarían en un disco de su vieja banda, donde casi siempre sus canciones eran las más "raras" del grupo.
Riki decidió lanzar el álbum en forma digital, permitiendo la descarga gratuita desde su página web (www.rikimusso.com), dando la posibilidad que la gente done lo que estime conveniente por obtenerlo.
-¿Como fue el proceso de ¡Formidable!? ¿Fuiste componiendo canciones y luego las grabaste, o ya tenías un disco en mente?
-Yo compongo, grabo y mezclo a la vez. No conozco el proceso clásico del cantautor de sentarse a tocar con la guitarra. Nunca me salió. Aun en las épocas que se grababa en cinta siempre trabajé así. Voy armando todo el tema en el mismo momento. Es como me sale, el problema es que salen cosas muy raras. Es un proceso experimental y salen canciones experimentales. Ahora me propuse que el resultado fuera escuchable o vendible, como quieras llamarle, pero siguiendo el mismo método, porque no sé otro.
Es una manera de trabajar que se pelea con el trabajo en grupo, a no ser que el grupo esté de acuerdo en hacer eso. Por eso yo componía muy poco en el Cuarteto de Nos, pero paralelamente hacía mis discos extraños con ese método.
Para mí una pieza musical no es solo letra y melodía. De hecho es lo menos importante, son como una excusa para hacer algo. Lo importante para mí es todo lo que le pongas arriba. Así me acerqué yo a la música. Escuchaba los discos de los Beatles apreciando cada detalles de los arreglos. Hasta el día de hoy no sé que dicen las letras, porque es algo que no me interesa.
Foto: Cecilia Serra
-¿Y la idea de que fuera un disco virtual, la tuviste desde el principio?
-Yo nunca tengo nada claro. No estoy hablando solo de música sino de mi vida. Entonces todo para mí es ensayo y error permanente. Y con este trabajo nadie me perseguía, porque ni siquiera tenía que sacar un disco. Me puse a grabar y ta.
Cumplo 50 este año y me propuse grabar algo antes de cumplirlos. Algo con lo que pudiera salir a tocar. Porque con mis otros discos siempre había sido un total fracaso comercial. Entonces me planteé dejar de trabajar por un tiempo en música ajena, usar mis ahorros y dedicarme unos meses a mi música. Fue un caos económico, pero lo hice.
Es un disco -más bien un archivo zip- que regalo, pero a la vez acepto donaciones de la gente. Y la verdad es que en unos pocos días me fue mucho mejor económicamente que con las regalías de mis otros discos solistas. Y aparte en dos días fue disco de oro -o mejor dicho zip de oro-se descargó más de 2 mil veces.
Hay una falsedad en el mercado de los intermediarios de hoy que te hacen creer que el disco es una excusa para promocionar tu música y que tocando vas a ganar plata, pero después te dicen que tocar es una manera de promocionar el disco, por lo que tampoco hay plata. Salirse un poco de ese círculo está muy bien. Además yo terminé de grabar y colgué las canciones el mismo día. Con un sello tendría que haber esperado meses. "Que está el mundial, que las elecciones, que el Cuarteto va a sacar un disco". Me imaginaba sacando el disco en marzo del año que viene. Y me parece que es viable sacar un disco, una edición física, después. Porque mucha gente va a querer tener el objeto.
-¿De la época del Cuarteto a hoy, han cambiado tus influencias musicales?
Si, claro, he seguido escuchando cosas. Por ejemplo el bajo del tema "Chiche Bombón" está completamente influido por el bajista de Beck (Justin Meldal-Johnsen ), al que vi el año pasado acá. Me llamó mucho la atención su sonido.
También vi a Franz Ferdinand en el Teatro de Verano y me gustó su sonido seco totalmente opuesto al de Beck. Me pareció muy interesante que hubiera una estética de sonido así. No es imitar un sonido sino ver posibilidades que capaz antes no se me habían ocurrido, porque soy un ignorante. Hay influencias que no me van a dejar nunca, como los Beatles, Talking Heads, Robert Fripp o Adrian Belew. Pero también hay influencias de cosas más difíciles de definir. Por ejemplo en el ultimo tema del disco, "Se acabó lo que se daba", que es un samba, se me ocurrió grabar un ruido de fondo, como en las viejas grabaciones de samba, pero los ruidos no tienen nada que ver con ese género. Está la campana de la bolsa de Nueva York, el sonido de niños yanquis jugando, se escuchan ovejas. Para mi la canción es lo de menos, es un samba atorrante nomás, pero es como si fuera una obra electroacústica, una película sonora que es lo que me interesa. El que hizo ese tipo de cosas fue Caetano Veloso, por ejemplo.
Foto:Cecilia Serra
-¿Sos consciente que a partir de tu ida del Cuarteto de Nos hubo gente que te tomó como un ejemplo de honestidad e intransigencia artística?
Sí, no sé con que criterio, la verdad. Acá siempre gustan las minorías. Yo leí varias cosas que metieron por ahí, a mí me causan gracia. Hace años que están con eso, ¿no? Yo me fui del Cuarteto porque la música que hacía para mí ya no era del Cuarteto. Era algo mucho más grande que trasciende a los integrantes de la banda. Yo no puedo laburar mis cosas así y me había transformado casi en un sesionista. Yo siempre digo lo mismo: me rompe tanto las pelotas que me culpen por cosas que no hice como que me feliciten por cosas que tampoco hice. Y eso me pasó con el disco Bipolar, donde sentí que yo no había aportado nada. Pero de ahí a hablar de cosas morales, yo que sé. Ellos siguen siendo mis amigos.
-¿Cual fue tu etapa preferida del Cuarteto?
Todas las etapas me gustaron. Incluso Raro a mí es un disco que me gusta mucho. Y me gustó mucho trabajar en ese disco. Aprendí mucho trabajando con Juan Campodónico.
Pero todas las etapas tuvieron sus cosas buenas. Cuando tocábamos con Andrés Bedó fue muy bueno. Después cuando empezamos a grabarnos nosotros mismos y teníamos el total control de hacer cualquier estupidez, fue muy bueno. Otra navidad en las trincheras nunca hubiera salido si lo hubiéramos hecho en un estudio con la plata de otro. Y fue lindo después, salir del estudio casero y grabar en estudios de verdad. Trabajar con un productor fue muy bueno. Lo que no me gustó fue que todo se empezara a repetir.
La etapa que siento me faltó fue volver a ser independientes hoy, con la tecnología de las computadoras. Yo prácticamente fui el productor artístico del Cuarteto en casi todos los discos, aunque no se llamara así en esa época. Y nunca produje un disco del Cuarteto con la tecnología de hoy. Hubiera sido muy interesante llegar a un resultado pro con ese método de trabajo
-¿Y que es lo que más extrañás?
Extraño estar en una banda de amigos. Ahora voy a armar una banda y no sé si hacerla con amigos o con músicos profesionales, por ejemplo. Y a la vez extraño el no tener que ser líder. No me interesa ser el frontman de una banda. Me aburre mucho ser la persona a la que la gente presta todo el tiempo atención. Me cansa, porque a mí me gusta tocar y la gente espera que el frontman cante, no que toque. Extraño los viajes también. Me gusta mucho viajar y más viajar gratis. Extraño toda la movida.
Pero bueno, ya la voy a tener de vuelta con mi nueva banda.