El divertido y corrosivo Diccionario del Diablo, del escritor estadounidense Ambrose Bierce, define al dentista como “prestidigitador que nos pone una clase de metal en la boca y nos saca otra clase de metal del bolsillo”.
Esta semana, un odontólogo argentino se vio obligado a revertir el proceso y regresar al bolsillo de su cliente el metálico que anteriormente había recibido.
El profesional en cuestión, que tiene un consultorio en la ciudad de San Miguel de Tucumán, denunció que fue secuestrado por un hombre a punta de pistola.
Según informa el medio local Tucumán Despierta, el secuestrador era el esposo de una paciente insatisfecha con el tratamiento dental recibido. Dispuesto a recuperar lo abonado, el sujeto obligó al dentista a subir a su auto y lo llevó bajo amenazas hasta un cajero automático, donde luego lo forzó a extraer y devolver el dinero que le habían pagado.
En la denuncia que el dentista radicó luego a la policía, explica que una mujer residente en la localidad de Tafí del Valle lo contactó por redes sociales y ambos coordinaron un tratamiento que duró dos semanas y por el que cobró 36.000 pesos argentinos, unos 5.300 uruguayos al cambio oficial.
El miércoles, la mujer regresó al consultorio acompañada por su marido y le exigió que le devolviera la totalidad del monto abonado, aduciendo que el trabajo no había sido realizado correctamente.
El odontólogo le explicó que no podía devolverle el dinero porque lo había utilizado en los insumos necesarios para el arreglo dental.
En ese momento, el marido empuñó un arma de fuego y amenazó al profesional. “Ya me devolvés la plata o cierro la puerta de tu consultorio y te vuelo la cabeza”, fueron las palabras del sujeto, según la declaración del denunciante.
“Asustado, le dije que le devolvería el dinero, que iría con mi moto hasta un cajero para sacar el dinero y que él me siguiera con el auto. Pero se negó y me obligó a subir a su auto, de color blanco, y nos dirigimos a una sucursal bancaria en la avenida Aconquija. Él me custodiaba en todo momento y ahí me di cuenta de que me había olvidado la tarjeta de débito. Entonces tuve que pedirle a un amigo que me transfiriera dinero y sacar un adelanto de sueldo por homebanking, para luego transferirle a este hombre los 36 mil pesos. Luego me subieron al auto de nuevo y, antes de dejarme, la mujer me dijo que iría a otro odontólogo y que me traería los recibos para que le pagara todos los tratamientos que se tuviera que hacer”, relató.
“Tengo muchísimo miedo, pensé que el hombre me iba a matar por la agresividad que tenía. No puedo estar tranquilo en el consultorio porque me pasa por la mente que este hombre vuelve y me pega un tiro”, concluyó.
Tras la difusión del episodio, el Colegio de Odontólogos de Tucumán emitió un comunicado en repudio de lo sucedido.
“El Colegio de Odontólogos se solidariza ante la situación de extrema violencia que sufrió nuestro colega Sergio Rivero el día 27 de junio, donde fue amenazado de muerte y obligado a trasladarse hasta un cajero para retirar dinero. Exhortamos a las autoridades policiales y al Poder Judicial de la provincia, llegar hasta las últimas consecuencias, para que ningún otro profesional o cualquier individuo pase por lo mismo”, se lee en la misiva.