Fotografía: Enrique González
Esto surge del reporte de algunos pobladores locales que avisaron al Museo Nacional de Historia Natural que habían observado venados de campo en lugares y estancias donde antes no había.
Dos investigadores del Museo, uno de ellos el experto en mamíferos Enrique González, fueron a la zona para corroborar la información. Según los investigadores, desde hace unos 20 años los venados se están extendiendo y la gente los respeta. Esto es muy importante porque se trata de una especie en peligro de extinción que da señales de recuperarse sin que existan acciones concretas del Estado para su conservación.
Aunque ahora son escasos, cuando en 1832 el sabio Charles Darwin, creador de la teoría de la evolución, recorrió nuestro país, además de encontrar grandes pastizales, observó que abundaba el venado de campo, también llamado venado de las pampas. Actualmente, en el departamento de Maldonado al venado de campo solo se lo encuentra en cautiverio, en la reserva de Pan de Azúcar.
¿Cómo es?
El venado de campo es un ciervo mediano, de color canela con vientre blanquecino y manchas blancas alrededor de sus grandes ojos y en el hocico. Tiene la cola cortita.
¡Qué olor!
Darwin destacó el potente olor de los venados de campo durante la reproducción. Según el científico, los olía a casi un kilómetro de distancia. "El olor de los venados recuerda al ajo y es mucho más fuerte en los machos que en las hembras. Lo producen unas glándulas localizadas en las patas y debajo de los ojos. Los machos utilizan este olor como señal para mostrar su dominio y atraer a las hembras", dice la bióloga Anita Aisenberg en el libro El viaje que cambió la ciencia. Las aventuras de Darwin en el Río de la Plata.
Darwin había escrito: "El hecho más curioso que debo advertir, acerca de este animal, es el olor fuerte y desagradable que exhala el macho. Es imposible describir este olor: diéronme náuseas y estuve a punto de desmayarme". ¿Habrá exagerado?
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