El horizonte sobre el mar comienza a dar signos de atardecer, volviendo de color naranja la arena de la playa, mientras que poco a poco se van sumando grupos de jóvenes, alguna que otra familia y algún curioso alrededor de un parador en plena playa de La Balconada. Santiago Motorizado terminaba de probar sonido tocando fragmentos de algunas de sus canciones más conocidas mientras algunos desde el público acompañaban cantando los versos sobre la guitarra del frontman de El mató a un policía motorizado.
Unos cuantos se acercaron porque tienen la costumbre de ver el atardecer desde esa playa cada día del verano, otros porque se enteraron de la propuesta del parador Fulana de presentar de forma gratuita un ciclo de conciertos acústicos que fue abierto este jueves 6 de enero por el artista argentino, quien tocó junto a Anabella Cartolano, vocalista de Las ligas menores, algunos temas propios, ajenos y otros versionados de su banda acompañando la puesta del sol frente a un centenar de personas.
“Empecé a tocar con la guitarra acústica canciones mías, fuera del registro de El mató, pero quizá desde ese momento era mucho más raro porque El mató era mucho más ruidoso, digamos, entonces tocar solo con la guitarra era diferente”, expresó Santiago Motorizado a Montevideo Portal, cerveza mediante, luego de probar sonido sobre el deck del parador playero.
El músico toca en este formato desde hace unos 13 o 14 años por diversión. Aunque cuenta que se aburrió de tocar de forma solitaria –y ahora invita a otros músicos a tocar con él, a experimentar “cosas raras”–, no planea demasiado este tipo de giras y cuenta que la pasa bien. Esta, en particular, que abrió el 6 de enero en La Paloma y seguirá algunas fechas más es algo así como una excusa para viajar por el país.
Este formato tampoco es nuevo para Santiago en Uruguay. “Había tocado en un parador de ruta. Fue planeado levemente. Iba a tocar solo a La Pedrera y el del parador me dijo 'pasá y toca una noche y te hago de comer' y para mí fue un 'dale, joya, tocamos ahí'. Son cosas que van surgiendo así, ¿viste? Eso me gusta porque me pago las vacaciones, primero (risas), la paso bien, toco un poquito y está bueno. Así hago otra cosa”, contó el músico.
Justo cuando la pandemia se intensificó a nivel global en marzo de 2020, El mató a un policía motorizado concluía una gira por España. Para Santiago, fue una excusa para tomarse un mes de descanso, hasta que la preocupación creció con lo meses. Sin embargo, surgió la posibilidad para la banda de hacer la música de la serie de televisión Okupas, escrita por Esther Feldman y dirigida por Bruno Stagnaro.
“Un poco eso nos mantuvo activos haciendo música. Con El mató hicimos canciones nuevas y después reversiones porque el director de la serie eligió canciones anteriores. Se necesitaba que se corriera del registro de El mató, entonces tocamos cumbia, samba y un montón de otras cosas raras para mí”, relató, alegando que ese tipo de cosas raras no tenían mucho que ver con sus presentaciones en solitario, pero que luego de trabajar en la serie producida por Netflix se volvió “mucho más raro porque El mató era mucho más ruidoso, digamos, entonces tocar solo con la guitarra” se volvió algo “diferente”. Además, para Santiago, “El mató siguió tocando en vivo al palo, pero tenemos nuestras canciones acústicas, tranquilas”.
Entonces, unos minutos antes del caer del sol, Santiago se cambia y se pone una remera negra de Nirvana dada vuelta. Escribe en una hoja con marcador negro una lista de canciones a tocar, y las replica en el cuaderno verde de Annie (Anabella Cartolano) para los temas en los que lo acompaña con un pequeño piano eléctrico. La expectación entre el público que se fue sumando crece y la espuma de las olas que rompen sobre las rocas de El Himalaya –el mítico spot surfista que a veces aparece mar adentro en esta playa– de La Balconada se tornan rojizas con la luz del cielo.
Respecto al concierto de El mató del próximo 16 de marzo en el Teatro de Verano de Montevideo, el Motorizado explicó que la propuesta de estos shows acústicos por la costa uruguaya no tiene que ver con un “calentar motores” para él.
“Nada que ver. El mató hace un show con la banda completa y esto es otra cosa, es estar paseando tocando mis canciones en este formato solitario. Porque a veces toco solista, pero con banda también”, aseguró.
“Lo que hago ahora es salir de viaje por Uruguay, que me encanta. Mezclo canciones de El mató con canciones mías de solista. Vine con amigos. Toca Annie de Las Ligas Menores, que me acompaña en algunas canciones y es hacer una cosa así. Sí, esto está fuera de registro de El mató totalmente. Porque es semiacustico, pero a la vez toco canciones de El mató, es orgánico”, explicó.
El sol terminó de ponerse detrás del horizonte y desde la playa del balneario rochense se cerraba un show que parecía tremendamente ensayado. Annie se sumó hacia el final del show para tocar con su piano el estribillo de “Más o menos bien”, a lo que se sumó el resto del mundo tarareándolo. Luego, Santiago se despidió a la luz del ocaso con “El tesoro” y “El mundo extraño”, ambos hits de la banda indie argentina que lidera. Y así se cerró un hermoso concierto en una playa pintada por el verano uruguayo.