Romina Peluffo: “Para mí, que le vaya bien a un disco es que alguien se emocione”

Nos ponen una carga pesada cuando, sin tener muy claro de qué va este juego llamado vida, nos plantean la gran pregunta: ¿Qué querés ser cuando seas grande? Y muchos nos encontramos siendo grandes y sin saber todavía qué responder.

Romina Peluffo pasó años escribiendo en cuadernos lo que sentía cuando el mundo está convulsionado, pero sentía que el ciclo no terminaba de cerrar. Fue así que empezó a estudiar música y sin querer queriendo, con un largo proceso de autodescubrimiento, salió a la luz su primer disco, Obsesa.

"El primer disco llevó mucho tiempo, pero fue un "hijo no buscado", porque todo se dio: empecé a estudiar, a hacer canciones, pero no pensaba en hacer un disco. Y al final salió y lo quisimos tanto que necesitaba un hermanito", cuenta entre risas la cantante.

Y es que la maternidad musical se curte con la experiencia: "Inevitablemente te ayuda porque vas por terreno más seguro; en el primer disco íbamos arando mientras íbamos haciendo, no sabíamos ni lo que estábamos haciendo. Todo ese bagaje lo adquirimos para el segundo. Lo que más ayudó a que fuera más rápido fueron las circunstancias externas. Con el otro disco, por ejemplo, estuvimos un año entero haciendo maquetas, y esta vez no nos tomamos tanto tiempo en esa etapa", detalla Peluffo antes de su presentación el próximo 13 de marzo en la Trastienda.

La artista presenta su segundo trabajo, Piel fina, un disco más maduro que llega después del salto hacia la desnudez de sus textos en Obsesa, un material que nació de forma accidental, pero permitió expresar cosas que de otra forma no habrían salido a la luz.

En este trabajo vuelve a contar con la colaboración de Laura Gutman y la producción de Santiago Peralta. "Es el segundo hijo. Estaba un poco nerviosa, con Obsesa no esperaba nada y fue todo sorpresa y novedad. Ahora ya tenía un poco más de expectativa y quería que estuviera a la altura de lo que ya habíamos presentado. Igual antes de que saliera ya estaba súper contenta con el resultado, después viene la repercusión de los demás y ahí te terminás de quedar contenta si la respuesta es positiva. Creo que dimos un paso más, un trabajo más complejo respecto al anterior", cuenta satisfecha.

Este nuevo camino le permitió a la también actriz encontrar una forma de comunicarse que por mucho tiempo no tuvo. "Durante muchos años escribía unos cuadernos, tiraba un montón de cosas que tenía adentro cuando el mundo me dejaba un poco perpleja, lo volcaba en textos que no mostraba, eran solo para mí. Pero cuando escribís algo y nadie lo lee no termina de cerrarse el ciclo: si no hay un receptor del otro lado se queda en un monólogo interior que puede llegar a ser tóxico. Cuando empecé a hacer música esos textos encontraron un canal que puede llegar a otro, con el que puedo expresar cosas que no solo se quedan en mi cabeza, sino que otros la pueden compartir. Para mí que le vaya bien a un disco es que alguien se emocione o me diga ‘esto parece que lo hubieras escrito para mí'", detalla.

Ahora toca presentar el disco va a tener un segundo nacimiento en su mejor expresión: el vivo. "Arriba del escenario me siento muy bien, me encanta. Al principio que no tenía experiencia y me decían ‘Vos que sos actriz no vas a tener miedo', pero es muy diferente porque cuando actuás estás haciendo de otro, esto me parecía que no tenía nada que ver. Pero con el tiempo siento que sí me ayuda mi faceta actoral sobre el escenario. Se da una comunión muy particular que no la he vivido con otras cosas, por un lado con el público y por otro entre los músicos, un intercambio de amor muy difícil de explicar", cierra.

*La cita es este 13 de marzo, a las 21 horas, en la Trastienda. La artista estará presentando todo el disco nuevo y repasando parte del disco anterior. Las entradas están a la venta en Abitab.