Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

La senda del ridículo

Primera regla para discusiones en el tránsito: no te bajes del auto

Segunda regla: poné a salvo tu celular. Tercera regla: no hagas nada de lo que hizo este conductor en un pésimo día.

26.09.2024 14:12

Lectura: 3'

2024-09-26T14:12:00-03:00
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Una pelea en medio del tránsito en la ciudad de Río de Janeiro derivó en —por citar a Lemony Snicket— una serie de eventos desafortunados que transformaron a su atribulado protagonista en un éxito viral.

El hecho ocurrió ayer en el viaducto Negrão de Lima, en Madureira. El registro, grabado por un conductor que iba detrás de los involucrados, se viralizó rápidamente en el país vecino.

Tal como se aprecia en las imágenes, el tránsito se detiene en un semáforo en rojo y una motocicleta se sitúa junto a un automóvil. Los tripulantes de ambos vehículos comienzan a increparse, probablemente por una diferencia suscitada antes del momento de los hechos.

En ese momento se desata la seguidilla de desventuras para el conductor del coche.

Primero, el motorista empuña un objeto contundente, golpea el auto y huye entre los demás vehículos detenidos. Enojado, el chofer baja del auto y en ese brusco movimiento se le escapa de las manos el teléfono celular. Además de estrellarse sobre el asfalto, el aparato va a parar debajo de un ómnibus.

Descalzo, demudado y fuera de sí, el hombre corre en pos del agresor y deja su auto abandonado y sin freno. El coche comienza a deslizarse y choca con un bus situado adelante, y cuando este y el resto de los vehículos retoman la marcha, el automóvil que hasta ese momento era común y corriente se convierte en “autónomo”.

Mientras todo esto sucede, el hombre que viajaba como acompañante en el auto intenta sin éxito detenerlo, en parte porque se ve traicionado por las chancletas que calza. Cuarta regla: no emprendas aventuras en chancletas.

Finalmente, el coche deriva sin apuro hacia el extremo opuesto de la calle y se detiene con un leve impacto contra el muro de contención. El conductor, que regresa frustrado luego de perder de vista al sujeto de la moto, se ve obligado a salir por la ventanilla para retomar el control de su automóvil.

El episodio, que bien pudo terminar en tragedia, se saldó con un video gracioso y una anécdota que el protagonista podrá narrar a sus hijos y nietos.