El fotógrafo de la AFP Jerome Brouillet supo que le esperaban fuegos artificiales cuando vio al surfista olímpico brasileño Gabriel Medina adentrarse en una de las olas más grandes del día, en medio de una de las rompientes más fuertes del mundo.

No podía imaginar que su foto de Medina saliendo de la ola, que el lunes le valió un récord olímpico en Tahití, se convertiría en una sensación mundial y seguramente en una imagen emblemática del deporte y de los Juegos de París 2024.

El fotógrafo, de 30 años, estaba en un barco en el canal de Teahupo’o, en la Polinesia Francesa, en una zona de aguas más profundas y tranquilas, al lado de la ola, pero sin una línea de visión clara.

Estaba, sin embargo, exactamente donde tenía que estar.

Lo que captó fue una de las imágenes más destacadas de los Juegos Olímpicos hasta la fecha: Medina elevándose sobre el oleaje con un dedo hacia el cielo y su tabla de surf a su lado, apuntando hacia arriba.

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“La mejor de los Juegos”

La imagen ha sido utilizada en diferentes publicaciones de todo el mundo, y ha sido compartida o generado “me gusta” en las redes sociales decenas de miles de veces desde que se publicó por primera vez la noche del lunes.

Inclusive el tricampeón mundial brasileño la compartió en su perfil de Instagram, seguido por más de 11,8 millones de usuarios, acompañada de una leyenda bíblica: “Todo lo puedo a través de aquel que me fortalece”.

La revista Time la describió como “la imagen definitoria del triunfo de los Juegos de Verano de 2024”.

The New York Times la definió como “una de las fotos más icónicas de los Juegos de París”, y el diario deportivo español Marca, como la “mejor foto de los Juegos”.

El portal Globo Esporte, de Brasil, donde la toma ha causado furor, la consideró como “posiblemente la más icónica en lo que va de los Olímpicos de París”.

“Sabes que Gabriel Medina, sobre todo en Teahupo’o, arrasará y hará algo”, dijo Brouillet. “Todos los fotógrafos lo esperan. El único momento complicado es saber dónde lo va a hacer”, expresó.

Medina, de 30 años, es famoso por sus explosivas maniobras aéreas, en las que suele lanzar su tabla y a sí mismo por los aires a una velocidad de vértigo.

Brouillet lo estaba esperando cuando el paulista se dejó caer en el mar y se metió de lleno en el tubo, consiguiendo un récord olímpico de 9,90 y la clasificación a cuartos de final.

“A veces él hace gestos acrobáticos. Esta vez lo hizo, y entonces apreté el botón” de la cámara, dijo el fotógrafo.

El festejo tendrá que esperar

La reacción de Medina puso de manifiesto al instante que sabía lo buena que había sido su presentación. Brouillet también sospechaba que había captado algo especial.

“Le saqué cuatro fotos fuera del agua y esta fue una de las cuatro”, sostuvo.

La fotografía es tan espectacular, e incluso algo surrealista, que algunos usuarios de redes sociales creyeron erróneamente que se trataba de un montaje.

“Al principio pensé: ‘Esta foto está genial’, pero luego las personas empezaron a hablar de ella… No era consciente de lo viral de la toma”, dijo.

A pesar de los elogios, Brouillet dijo que las celebraciones tendrían que esperar, ya que aún le queda el resto de la competición por cubrir.

“Estoy durmiendo en casa de un amigo cerca de Teahupo’o y tendremos una noche tranquila porque, si mañana se celebra el evento, ¡tengo que levantarme a las cinco de la mañana!”, contó.

AFP