La poesía de la uruguaya Circe Maia (Montevideo, 1932) ha envuelto la noche de este jueves el acto de entrega del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, un galardón que ha recogido en su nombre su hija Ana Nira Ferreira, que ha desglosado las distintas facetas de su madre, una persona “vital y enormemente solidaria”.

La poeta uruguaya, que no ha podido viajar a Granada debido a su avanzada edad, 91 años, y a su delicado estado de salud, ha agradecido, a través de su hija, el homenaje recibido estos días previos a la entrega del galardón.

De ella ha resaltado su hija su vitalidad y su solidaridad “en todos los sentidos”, no solo el económico. También compartía la cultura: “Llegaban personas a pedirle a casa que le ayudara con alguna poesía, hasta desde el liceo le pedían antes de publicar un libro que lo corrigiera”, ha relatado.

Su afición por el teatro la llevó, como profesora de secundaria, a exponer y representar obras de teatro, como por ejemplo La zapatera prodigiosa de Lorca, con elencos formados por sus alumnos, pero también por sus hijos o sus nietos ya en casa.

Siempre ha sido, ha dicho su hija, una madre y una abuela “muy presente”.

“Con los nietos siempre buscando algún tema [de conversación] con nivel, a ella le gusta por ejemplo charlar de algún experimento científico reciente. A nosotros sus hijos, nos ayudaba en filosofía, inglés y griego”, un idioma este último que aprendió por su cuenta para poder leer libros de sus autores favoritos.

Con su esposo, que murió en la pandemia, compartía el sentido del humor en una casa en la que la música era un elemento más, ha recordado su hija antes de recoger el galardón de manos de la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, para quien este premio reconoce “el peso de la palabra poética” en Granada, “ciudad de cultura y diálogo, de poesía y capital de la cultura”.

Previamente intervino la agregada diplomática en Uruguay, Mariana Cavallo, que ha agradecido en nombre de su país el reconocimiento a “una de las voces más destacadas” del panorama hispanoamericano actual.

Este galardón, ha dicho, no es solo un reconocimiento a la trayectoria de “una gran poeta”, sino también un homenaje a la poesía uruguaya y a su cultura.

En el acto se han intercalado actuaciones del músico José Antonio García basadas en su último trabajo, Reyerta, que ha sido compuesto a partir de textos lorquianos.

Considerada una de las más influyentes poetas de su país en los últimos tiempos, Circe Maia ha practicado una “poesía de las cosas, filosófica pero muy sencilla”, y de grandísima experimentación y apertura, según destacó en su día el jurado que decidió otorgarle este premio, al que en ésta su vigésima edición optaban 35 candidaturas, todas de habla hispana.

Autora de una obra personal y de influencia en español, Maia ha convertido la poesía en un método de conocimiento de la realidad, basado en la experiencia diaria con un lenguaje “transparente y exacto”, abundó el jurado.

Desde este jueves, la poeta uruguaya permanece además vinculada para siempre a Granada con la inauguración de una placa en su nombre en los jardines del Carmen de los Mártires que se suma a las de los otros premiados con el galardón.

El Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca Ciudad de Granada, que nació siendo el de mayor cuantía económica en su género –hoy está dotado con 20.000 euros–, reconoce el conjunto de la obra poética de un autor vivo.

En ediciones anteriores, el galardón ha recaído en Ángel González, José Emilio Pacheco, Blanca Varela, Francisco Brines, Tomás Segovia, José Manuel Caballero Bonald, María Victoria Atienza, Fina García Marruz, Pablo García Baena, Eduardo Lizalde, Rafael Guillén, Rafael Cadenas, Ida Vitale, Pere Gimferrer, Darío Jaramillo, Julia Uceda, Yolanda Patín, Luis Alberto de Cuenca y Raúl Zurita.

EFE