Paz Cardoso, una cocinera en Japón

Paz Cardoso tenía una vida normal en Montevideo, estudiaba Medicina y practicaba deporte, y de repente, se hizo conocida por ser la novia de Diego Forlán. Siempre manteniendo su bajo perfil, aprendió a manejarse ante la exposición, contrajo matrimonio con uno de los futbolistas más importantes de la historia del país, y tras poco tiempo de vivir con él en Brasil, se animó a seguirlo hasta Japón, donde juega actualmente.

Hace pocos días, el ahora delantero del Cerezo Osaka retuiteó una publicación de Sweet Devotions, una tienda de repostería casera, que tuvo mucha repercusión en las redes sociales de este lado del mundo: Paz había iniciado su negocio propio.

Desde Japón, Paz le contó a Montevideo Portal que "siempre me gusto cocinar. Es algo que en casa hago desde chiquita y con frecuencia para familia y amigos". Hasta ahora, nunca se había planteado usar su gusto personal como una fuente de trabajo, pero los cambios bruscos que dio su vida en los últimos meses la hicieron cambiar de opinión.

"Ni bien llegamos a Japón nos enfrentamos con la dificultad del idioma. A diferencia de lo que en un principio creímos, menos en Tokyo, en el resto de los lugares casi nadie habla otro idioma más que japonés. Son pocos los que entienden o hablan algo de inglés", señaló Paz, y eso significó un problema para la pareja, que recién está familiarizándose con el idioma.

Aun con este obstáculo idiomático, encontró la manera de seguir con su carrera, haciendo cursos relacionados con medicina "que me permiten seguir estudiando y mantienen vinculada a lo que realmente me gusta". "Pero fue esta barrera del idioma la que me dio la posibilidad de comenzar a hacer otras cosas que en Uruguay, con la carrera, el deporte y la rutina, no tenía tiempo de hacer", indicó.

En Japón, Paz notó que en el mercado "no había dulces como los que estamos acostumbrados nosotros. Hay muy poca variedad y por lo general poco gustosos. Por esta razón y sumado al hecho de que vivimos en un barrio de extranjeros es que se me ocurrió comenzar a compartir nuestros gustos y repostería con ellos".

Hablando como toda una empresaria, la flamante repostera afirma que "todos los productos están hechos con dedicación especialmente para quien lo encarga. La verdad estoy muy contenta, ya que es algo que yo disfruto de hacer y los demás disfrutan de degustar".

Dulces devociones

Sweet Devotion es el nombre del emprendimiento de Paz, que en su sitio web señala que surgió como resultado "de mi pasión por la patisserie y mi experiencia de vivir fuera de casa". Galletitas con mensajes, tortas, cupcakes, brownies y otros dulces están incluidos en el menú, que van desde los 400 yenes a los 4000 dependiendo el producto (entre 90 y 900 pesos uruguayos).