Papina De Palma se acaba de alzar con dos Premios Graffiti a la Música Uruguaya: su trabajo Instantes decisivos (Bizarro, 2016) fue el responsable de que fuera elegida como Mejor Artista Nuevo y Mejor Álbum de Música Pop.
La artista se presentará el 13 de agosto en el Auditorio del Sodre, en el marco del Montevideo Sound City, el festival de invierno que ya va por su segunda edición.
Le pedimos, con esa excusa, que respondiera nuestra Metralleta, y nos respondió un montón de cosas interesantes que pueden leerse (y verse, y escucharse, acá nomás, debajo del asterisco).
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Recordás cuál fue el primer disco que te compraste?
Cuando yo era chica todavía comprábamos cassetes. Había discos, pero eran más caros. El primero que me compré, probablemente, tendría canciones de alguna novela. No estoy segura, pero si tuviera que apostar...
¿Y el último?
¡El último disco que compré fue el mío! ¡Jaja! Es que quería regalárselo a alguien y no tenía más en mi casa. Hace poco me regalaron el nuevo de Alfonsina, Pactos, y me gusta mucho. Alto laburo se mandó.
¿Recordás cuál fue el primer disco (o canción) que te emocionó?
En su momento me gustó mucho Este fuerte viento que sopla, de No Te Va Gustar. Escuché "Clara" en loop unas doscientas mil veces. Lo rayé.
¿Y el último?
Estoy muy fanatizada con Jaime Roos. Últimamente escucho mucho, mucho sus discos, en especial Candombe del 31, Fuera de Ambiente y Aquello.
Nombrá cinco discos que hayan sido importantes para vos a lo largo de tu vida y explicá por qué.
1- 12 canciones de amor y una botella de vino. El primer disco de mi productor artístico, Juanito el Cantor. Lo conocí a través de sus canciones y eso fue lo que después me haría querer trabajar con él.
2- Coralinas. El disco que sacamos con mis amigas en el 2013. Cantar a coro es hermoso y tener un proyecto así de duradero con mujeres tan increíbles es un privilegio.
3- El amor después del amor, de Fito Páez. Por alguna razón me acuerdo de ver ese disco sobre el escritorio de mi papá, capaz que me llamaba la atención la tapa. No tengo muchos recuerdos en los que escuchara música durante mi infancia y esa imagen es fuerte. Todavía no entiendo por qué, pero me gusta acordarme de eso.
4- El lago de los Cisnes, de Tchaikovsky. Mi abuela Blanquita lo ponía en su casa. Yo iba a clases de Ballet y bailaba por toda su casa. Ella sabía tocar esas músicas en el piano y así pasábamos ratos largos. Me gustaba que me contara qué pasaba en cada momento de la música, nunca vi la obra así que me lo imaginaba.
5- El White Album, de los Beatles. ¿Cómo no va a ser importante? Podría elegir cualquiera de ellos en realidad. Me quedo con este por hoy, las canciones son perfectas, irreprochables.
¿A qué tres artistas femeninas creés que le debés más como intérprete? ¿Qué le "robaste" a cada una?
A Carmen Pi le debo mucho y no solo como intérprete. Desde que era una niña me despertaba mucha admiración. Quería ser como ella. Me compré lentes parecidos a los que ella usaba hace años porque era como un modelo a seguir. Ahora somos amigas y es maravilloso. Es parte de la familia que elijo.
Me he encontrado con muchas similitudes con Samantha Navarro, también, sin ser consciente de eso, es una influencia evidente. Me encuentro en muchas de sus canciones y en muchos recursos vocales.
La audacia o el descaro de cantantes como Regina Spektor o Fiona Apple también me inspiran, tienen algo lúdico y cara dura que me encanta.
¿Cuál creés que es tu influencia menos evidente?
Luciana Mocchi. No es tanto una influencia estética (aunque me gusta mucho) pero conocerla y quererla me influenciaron mucho en materia de coraje. Lu se la juega mucho por la música. Todo el tiempo. Dejar la carrera que estaba estudiando y creerme capaz de trabajar como cantautora son cosas que en gran parte le debo.
¿Cuál fue la última película que te conmovió?
Frances Ha, de Noah Baumbach. Me la recomendó Magui Mieres, que además de dirigir casi todos los proyectos audiovisuales relacionados con mis canciones, es mi mejor amiga. Las protagonistas se parecen un poco a nosotras. Mucha ternura, en serio. Véanla.
¿Qué libro estás leyendo?
Estoy leyendo El Montevideano [Milita Alfaro, Planeta, 2017], la biografía nueva de Jaime.
Si solo pudieras rescatar del olvido una sola de tus canciones, ¿Cuál sería?
¡Pero soy un cachorro! No tengo canciones en el olvido. Sólo yo me las olvido. Hay una de hace mucho tiempo, se llamaba "Luz". Creo que estaba buena. Dudo, en realidad. Tendría que encontrarla y creo que no me gustaría tanto.
¿Qué canción de otro artista podría ser de Papina De Palma?
Mi amigo Toto Yulelé tiene una canción que se llama "Ropa Vieja", y la primera vez que me la cantó fue a poco de conocernos. Me dijo que después de escribirla se había dado cuenta de que parecía mía. A veces la cantamos juntos, hay un video en YouTube.
¿Y qué canción tuya creés que podría ser de otro artista? ¿De quién?
Ah. Acá me mataste.
¿Con qué tres artistas, aunque ya no estén vivos, te gustaría compartir escenario?
Con Jaime. Con Jaime. Con Jaime. En este momento no puedo pensar en otra cosa pero estoy un poco obse. En unos meses capaz que puedo pensar en dos personas que no sean Jaime Roos.
¿Cuál creés que es el mejor entorno para escuchar tus canciones?
He escuchado mi disco de varias maneras y por suerte me gustó siempre. Andando en bici especialmente.
¿Para qué sirven las canciones?
Ah, ¡la más difícil al final! Yo diría que son como emociones portátiles. Una canción puede cambiarte el humor. También son como amigas portátiles porque pueden ser tan compañeras. Son libros de cuentos también. Libros de historia. Revoluciones. Hay canciones para todas las necesidades y todos los deseos, y las que no están se pueden inventar. Es un recurso infinito.