Este aislamiento físico se presta para aprender cosas nuevas, por ejemplo a hacer música.
Y si no tenés instrumentos en casa, tampoco pasa nada.
Nico Arnicho compartió a través de su cuenta de Facebook algunos ritmos que originalmente se hacen con tambores pero que objetos cotidianos como una puerta, un vaso o un cepillo de dientes pueden replicar perfectamente.
¡Y qué divertido!