El editor, escritor y fotógrafo argentino afincado en España Mario Muchnik ha muerto hoy a los 91 años, según ha anunciado Casa de América en redes sociales.
"Adiós, Mario Muchnik. Lamentamos la pérdida del editor argentino. Muchnik estaba afincado en España y tuvimos la suerte de que compartiera en Casa de América su trabajo editorial y también fotográfico. Que la tierra te sea leve", ha publicado Casa de América en Twitter.
Muchnik, de ascendencia rusa, nació el 21 de junio de 1931 en Buenos Aires.
Su padre, Jacobo (1907-1995) fue un importante publicitario y editor (cofundador con Víctor Seix de Difusora Internacional) que organizaba en casa reuniones con artistas y literatos, entre ellos los escritores Borges y Sábato, lo cual despertó en Mario el amor por la literatura.
Con la llegada del primer Gobierno peronista (1946-1952) en Argentina, la familia Muchnik emigró a Nueva York, donde Mario se licenció en Ciencias Físicas por la Universidad de Columbia en 1953 y en 1957 se doctoró en Roma.
Entre 1963 y 1966 fue profesor del Instituto de Física Nuclear de Roma y, en 1967, editor-jefe en Londres de una empresa audiovisual.
Después vivió el "Mayo francés" de primera mano como fotógrafo y compaginó su labor como profesional independiente -creó la Muchnik Editores (1973-1987)- con la dirección de colecciones literarias del editor Robert Laffont hasta 1978.
Ese último año se instaló en Barcelona.
En 1980 la concesión del Nobel a Elías Canetti, búlgaro de origen sefardita que escribía en alemán y de quien Mario era editor en España, amplió el horizonte editorial de Muchnik: director literario de Ariel-Seix Barral (1982-1983), responsable de la editora paterna Difusora Internacional (1985-2012), que absorbió el sello editorial de Mario y fue comprado por la suiza L'Age d'Homme en 1991, año en que cobró realidad la editorial Anaya-Mario Muchnik, que dejó en 1997.
Y en 1998 puso en marcha la editora Taller de Mario Muchnik.
Como autor ha publicado los libros "Michelangelo" (1975) ("Miguel Angel de cerca"), "Mundo judío. Crónica personal" (1983), "Mundo judío" (1985), "Un bárbaro en París" (1986), "Albert Einstein" (1989) y "Para mis amigos libreros" (1993).
Se declaraba judío no creyente, transgresor y nunca dentro del judaísmo tradiciones.
Además, se le consideraba uno de los pocos judíos que ha defendido públicamente la causa palestina.
Estaba casado en segundas nupcias con Nicole Thibon y tenía tres hijos.
EDITOR SINGULAR
Descubridor para los lectores en español de autores
esenciales de la literatura como Elías Canetti o J.M. Coetzee, si algo
caracterizó a Mario Muchnik fue su pasión inabarcable por los libros,
El primer volumen publicado por Muchnik Editores
fue "Y otros poemas", de Jorge Guillén, impreso en México y
distribuido en España.
Se decantó siempre por editar pocos y cuidados
libros frente a las editoriales que apostaban por el éxito a cualquier precio.
Pensaba que los libros deberían "haberse quedado en la época del
Renacimiento, cuando servían para transmitir placer o conocimiento, pero no
para hacer dinero".
Buscó esa calidad en autores como Rafael Alberti,
Miguel Ángel Asturias, Adolfo Bioy Casares, Ítalo Calvino, Julio Cortázar,
Ismaíl Kadaré, Primo Levi, André Malraux, Henry Miller, Juan Carlos Onetti,
Augusto Roa Bastos, Ernesto Sabato, Oliver Sacks, Susan Sontag, George Steiner
o Gore Vidal.
Y se jactaba de haber sido el primer editor en
español no solo de Canetti o Coetzee, sino también de Eli Wiesel y V.S.
Naipaul, antes de que todos ellos ganaran el Nobel.
Una labor que contó en "Lo peor no son los
autores", un libro plagado de anécdotas en el que recorría su pasión
literaria y sus proyectos editoriales más personales: Muchnik Editores y Taller
de Mario Munchik, pero también su paso por Seix Barral o la colaboración con
Anaya.
Tanto en los libros que escribió como en las
entrevistas que dio. Muchnik no se mordía la lengua y cargaba duramente contra
los grandes grupos editoriales que solo buscaban éxitos de baja calidad, como
"El código Da Vinci".
Una actitud irreductible por la que fue despedido
en 1990 de la primera editorial que fundó , expulsión que provocó una airada
reacción de escritores y colegas editores, como Mario Benedetti, Maruja Torres
o Esther Tusquets.
Años después, en un homenaje, Rosa Regás expresó
su admiración por el editor por "el criterio y el coraje" para
mantener una "linea editorial independiente y admirable".
Pero además de su principal faceta profesional, la
de editor, Muchnik fue un hombre con muchos intereses, entre ellos la
fotografía, con su inseparable Leica, con la que trataba de captar las almas
humanas y paisajísticas.
Discípulo de Cartier Bresson, la fotografía le
sirvió para apresar la realidad y los rostros de muchos de los escritores a los
que admiraba y de los que era amigo, desde Cortázar y Borges a Vargas Llosa o
Guillén.
Diversas facetas de un hombre renacentista y que
no dejaba de sorprender. Como cuando en 2017 dejó su legado en la Caja de las
Letras del Instituto Cervantes: una flauta, una caja de música comprada en 1937
y una fotografía de Shirley Temple tomada ese mismo año, dedicada a su
"amiguito de la Argentina, Mario".
EFE
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]