Tras la muerte del artista José Pepe Guerra, referente del canto popular, el expresidente José Mujica recordó su vínculo.
“La cultura de un pueblo está sometida también en la historia. Para mí, esta ida de Pepe y de su guitarra simbolizan la melancolía de enterrar nuestra juventud en un sentido amplio, en un tiempo distinta, ni mejor ni peor, distinto, peculiar”, dijo el expresidente en diálogo con Subrayado.
De este modo, Mujica recordó los tiempos en los que “había reminiscencia del canto paisano, gaucho”, con las voces de Osiris Rodríguez Castillos, Serafín J. García, Ruben Lena. “Pero era un canto gaucho que se urbanizaba un poco; es el tiempo del Sabalero, de Zitarrosa, de Los Olimareños, de Santiago Chalar, está toda esa mezcla, que yo siento que es un tiempo que se va, que viene otro distinto”, expresó el líder del Movimiento de Participación Popular (MPP).
Entonces, para Mujica, aquellas voces, esos tiempos, simbolizan a los muchachos que soñaban “con un mundo menos egoísta, que estaba a la vuelta de la esquina”.
Mujica conoció a Guerra hace muchos años. Lo recordó como “un cantor de tango brutal”. “Me emocionaba. Hasta el día de hoy, cuando siento el ‘A don José’, de Ruben Lena cantada por él, se me pone la carne de gallina”, dijo el expresidente.
“La poesía verdadera tiene algo que transmite que no es racional, es emotivo. Ese himno tiene una belleza poética que conmueve. En la voz del Pepe Guerra adquiere, además, por ese tono grave y profundo de su voz. A mí me causa una emoción. Por suerte va a quedar cantando, porque el canto bueno, la música buena, no tiene tiempo. Se puede escuchar a Beethoven, a los Beatles, a Atahualpa Yupanqui, no es contradictorio escuchar candombe o escuchar al Pepe Guerra: el problema es que sea bueno, y bueno es lo que te conmueve. El Pepe tenía, y Los Olimareños, esa magia que te conmueve, que no sos inerte, que te sentís una cosa viva”, contó Mujica.
Al ser consultado sobre de qué hablaban el artista y el expresidente, Mujica contó que transitaban por la juventud, por los sueños, por el exilio, de cuánto sufrieron cuando estaban en el exterior.
Mujica además recordó el histórico concierto del 18 de mayo de 1984, cuando Los Olimareños, censurados por la dictadura cívico-militar, regresaron al país. “Nosotros no lo vimos en el Centenario, pero para los que lo vieron son esas paginas imborrables de la historia del pueblo uruguayo. Pero simbolizan un tiempo”, reflexionó.
“Sé que estaba jodido, y que ha sufrido mucho, que no lo vamos a olvidar, que quedamos pocos de aquel tiempo. Y que por suerte la cultura uruguaya está renaciendo con una cara distinta, con una cosa que se llama murga”, concluyó el exmandatario.