La tan mentada viveza criolla parece no ser patrimonio exclusivo de los americanos. Y como todos los atajos que implican mentiras, tales avivadas quedan en evidencia más temprano que tarde.

Buen ejemplo de ello es lo que ocurrió en la mañana del lunes en la ciudad gallega de La Coruña.

Según consigna el periódico local La Voz de Galicia, una vecina de la avenida Oza llamó a los Bomberos para que la ayudaran en una situación urgente. La mujer dijo que no podía entrar a su casa y que dentro había dejado una olla al fuego, lo que suponía un riesgo de incendio.

Los bomberos se trasladaron al lugar, abrieron la puerta y descubrieron la verdad: no existía la cacerola en cuestión, y la dueña de casa había llamado a Bomberos para ahorrarse la tarifa de un cerrajero. El caso fue comunicado a la policía y no se descartan sanciones a nivel jurídico.

Curiosamente, apenas dos horas después del incidente recibieron una llamada muy similar desde otro punto de la ciudad: una mujer se había quedado encerrada en el baño y había dejado una olla al fuego en la cocina.

Sin embargo, en ese segundo caso el episodio era real. Por fortuna, cuando los bomberos llegaron al lugar los familiares de la moradora habían entrado a la casa y apagado la hornalla. De cualquier manera, sí tuvieron que abrir la puerta del baño para liberar a la mujer.