Dueñas (Puertollano, 1964) se confiesa con "enorme alegría" en la Feria del Libro de la capital portuguesa, una cita a la que llega con categoría de estrella y que "enmarca un antes y un después" para la promoción de su última novela, "Sira", y también para ella misma.
"Es la primera vez que salgo de España con la nueva novela, que vengo de nuevo a la Feria del Libro de Lisboa, y estoy encantada porque dentro de que todavía hay restricciones y cuidados ya vemos la luz", comenta.
Exhibe la escritora gestos clásicos de las primeras veces tras los confinamientos del último año y medio: le sorprende el trasiego de la feria, agradece la brisa en el rostro; llegar a Portugal, fronterizo con España, es de pronto como llegar a un país extraordinariamente lejano.
Dueñas está convocada para una firma de autógrafos que sirve de anticipo al desembarco de "Sira" en tierras lusas, donde el personaje ya vivió aventuras en "El tiempo entre costuras", y que se presenta ahora como otra evasión histórica para olvidar un presente al que, "de momento", la escritora no quiere dedicarse.
"Me lo han preguntado varias veces y yo también me lo he preguntado a mí misma, de momento no tengo ninguna intención", de escribir sobre el terremoto vital que ha supuesto la pandemia, y que, sospecha, "va a generar muchas novelas y mucho ensayo".
"Va a ser algo que nos va a quedar grabado porque nos ha afectado a todos, y además a cada uno de una forma distinta y todo eso ya está generando literatura que estoy convencida que va a ser excelente.
Yo todavía no tengo interés en entrar, pero quien sabe después, desde la distancia del tiempo, igual se me ocurre volver a los recuerdos de estos años", sugiere. Su condición de superventas le ha permitido sobrellevar este tiempo mejor que a la mayoría de sus compañeros de profesión, para los que estos días se promocionan curiosas ayudas que quieren precisamente fomentar la movilidad de autores.
Entre ellas, las recientemente anunciadas por el ministerio de Cultura español, dotadas con un máximo de 10.000 euros por beneficiario para cubrir estancias en el extranjero de hasta dos meses. Cualquier "empuje" es "bienvenido siempre", reflexiona Dueñas, quien admite que no necesita sumarse a ese tipo de ayudas aunque, entre risas, destaca le gustaría dedicarse "dos meses en exclusiva a leer, a escribir, a trabajar en nuevos proyectos".
"Lo que pasa es que siempre tenemos que hacer equilibrios entre una cosa y otra, entre la promoción y todo lo que conlleva y lo que vamos creando nuevo", explica. Su ritmo es constante, profundizando en una suerte de papel híbrido entre la producción de novelas y su cada vez mayor incursión en el mundo audiovisual.
Mientras avanza la promoción de "Sira", trabaja en guiones "para una nueva plataforma audiovisual para Estados Unidos y México". Tras llevarse "La Templanza" a la pequeña pantalla, el siguiente paso es adaptar "Las hijas del Capitán", y en paralelo prepara clases de alto nivel tras terminar una "audioficción".
"Realmente vivimos un momento yo creo que excelente para ese trasvase entre las páginas de los libros y las pantallas de cine o televisión, creo que es muy positivo, muy enriquecedor para todos, ganan los libros, ganan los autores, las audiencias", apunta. Es un cambio de paradigma, que no sabe si "ha llegado para quedarse" pero considera enriquecedor para la historia, puesto que, si antes las productoras compraban los derechos y los autores "se implicaban mucho menos", ahora hay más "consideración" para con su voz.
De hecho, en "Las hijas del Capitán", Dueñas participará en la producción ejecutiva. "Vamos ganando terreno y yo creo que eso es bueno para todos", opina, achacando parte de este cambio a la propia "multiplicación" de las plataformas audiovisuales, ávidas de contenido. Buenas noticias para autores y lectores, sobre todo los de novela histórica, uno de los reyes de la evasión, antes y después de la pandemia: "Nos gustan también las cosas que nos sacan un poco de nuestra realidad, que bastante tenemos con el día a día", sonríe Dueñas.
En base a EFE