Maju tiene ocho años. Vive con sus padres y con Zulma, su abuela. Es graciosa, charlatana, divertida y justiciera. Dos por tres mete la pata, pero siempre por algo que le parece que vale la pena.
Su sueño es ser árbitra de fútbol, y para eso practica en los recreos de la escuela.
En esta nueva aventura, Maju y sus amigos llegan para enseñarnos la importancia de los vínculos que construimos con entusiasmo, amor y dedicación. A veces esos vínculos son incluso más importantes que los propios parentescos, porque los elegimos y los cuidamos todos los días.