El reciclado de aviones retirados de servicio para fines no aeronáuticos no es algo nuevo. Se los ha adaptado como restaurantes o incluso museos, pero lo que el empresario ruso Felix Demin logró hacer con un Boeing 737 en la isla Indonesia de Bali no tiene precedentes. Convirtió el avión gigante en una lujosa villa de dos dormitorios situada en lo alto de un acantilado con vistas a la deslumbrante costa de Bali.
El proyecto tardó tres años en concretarse e implicó varios desafíos logísticos, desde el transporte del avión a su impresionante ubicación actual hasta la conversión misma del aparato volador en inmueble. Afortunadamente, Demin logró superar estos obstáculos y hoy la Private Jet Villa by Hanging Gardens es uno de los alojamientos más buscados en la isla de Indonesia, a pesar de sus elevadas tarifas por noche.
“Incluso antes de comprarlo, pensé que era posible convertirlo en una especie de objeto único y decidí concentrarme en crear una villa”, dijo Demin a CNN. “Quiero que la gente experimente el ‘efecto sorpresa’ de cada segundo de estar en este lugar inusual”.
Originalmente parte de la ahora desaparecida flota de Mandala Airlines, el Boeing 737 ya estaba en la isla de Bali cuando Demin se lo compró a un inversor indonesio, pero aún necesitaba ser transportado a su ubicación actual. Solo planificar la operación de traslado llevó dos meses y, después de consultar con Boeing, su equipo decidió desarmar el avión para poder transportarlo por las muy estrechas carreteras de Bali.
“Tuvimos que desmontarlo después de consultar con el equipo de Boeing, aflojamos 50.000 tornillos”, dijo el empresario ruso, quien recordó que los cinco días que llevó trasladar el avión a su ubicación en lo alto del acantilado coincidieron con las noches de mayor insomnio que tuvo en su vida.
“El hecho es que Bali tiene carreteras muy estrechas y muchos cables que cuelgan bastante bajo”, explicó Demin. “Teníamos un grupo de personas que utilizaban un equipo especial para elevar los cables para que el avión no los tocara durante el transporte”.
Convertir el jet en una villa única fue un desafío en sí mismo, ya que algunos de los planes de Demin resultaron demasiado audaces para la mayoría de los constructores locales, pero finalmente se salió con la suya y la Private Jet Villa de Hanging Gardens resultó exactamente como en sus planes originales. La cabina se convirtió en un elegante baño con vistas al cielo y al océano, mientras que una de las alas devino en una terraza rodeada por una barrera de vidrio invisible.
La precaria ubicación de la villa suscita preocupaciones en materia de seguridad, pero Demin subraya que el avión ha pasado por numerosos controles de seguridad y cumple con todas las normas, incluida una barrera instalada en la roca que lo sostiene.
La Private Jet Villa by Hanging Gardens ha estado abierta al público desde abril pasado, pero recientemente se volvió viral en las redes sociales gracias a un video promocional que muestra su ingenioso diseño y sus impresionantes vistas. Los precios más bajos son de 1.600 dólares la noche si se renta por noche, pero los paquetes llegan hasta 7.000.