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A la memoria de mi padre, de Roberto y Ele.

Agradecimiento

En primer lugar quiero agradecer a una amiga querida, Sylvia Lago, por su incalculable apoyo a este proyecto. No sólo me impulsó a terminarlo, a pulirlo, a mostrarlo, sino que se prestó con su siempre desinteresada colaboración a corregirlo y revisarlo. Cada vez que estuve a punto de desanimarme y dejar todo encerrado en el computador, allí estuvo Sylvia, insistiendo para que mi trabajo se atreva a nacer.

También quiero agradecer a mis primeros lectores: Fernando, HB, María Elena, Estela, Agustín, Andrea y Marisa, porque fueron fundamentales; me ayudaron primero con sus opiniones y sensaciones, y también para levantarme el ánimo cuando todo parecía ensombrecerse. Mi amiga Estela, además, acompañó, ayudó e iluminó los momentos más importantes de esta aventura.

Por último, y muy especialmente, quiero agradecer a todas aquellas personas que se han vinculado a mí a través de mi desempeño profesional, ya sea porque recorrieron un camino terapéutico, o porque han concurrido a mi consultorio por algunas entrevistas y consultas. Estas personas saben lo sincera que estoy siendo cuando les ofrezco mi agradecimiento, porque son quienes han comprobado que gran parte de mi elaboración teórica, gran parte de mis cuestionamientos, de mis dudas, de mis certezas, de mis convencimientos, se fueron enriqueciendo con la interacción con cada una de ellas; saben que me han obligado y continúan obligándome a siempre pensar otra vez, volver a objetar, volver a preguntar. Son con las personas que más he tenido la preciosa oportunidad de explorar ese terreno existencial tan difícil de definir.

Gracias
M.F

Notas de la autora

Decidí escribir este libro, cuando me di cuenta que estaba inundada por temas que son tratados demasiadas veces en mi consultorio, porque hablan de estados y situaciones que hacen nuestra vida, y que siempre pretendo que los podamos descubrir, penetrar y desentrañar, para darnos la opción de pensar y entender. Son temas comunes a todos, y que a muchos atormentan hasta el punto de volverse conflictivos, de distorsionar la armonía, o directamente no permitir llegar a ella.

La novela se desarrolla a lo largo de un día en la vida del narrador. Se suceden preguntas, comentarios; opiniones, cuestionamientos. Puede convertirse en un lugar desde el cual cada quien recorra su interior y discierna cómo se siente, cómo piensa, cómo vive con cada una de las propuestas planteadas aquí: sobre la construcción de vida, sobre la muerte, la soledad, las relaciones de amor, las relaciones de amistad, la intimidad, los hijos.

Los distintos personajes plantean lo que considero la fuerza vital de la existencia: por un lado lo que está muriendo, y por otro lado lo que vive: lo que termina y lo que continúa. Dos ejes, dos perspectivas que caminan juntas, que se tocan o confunden en muchos puntos, y que tantos desvelos a algunos humanos nos provocan. Es lo muerto, lo negro, lo más enredado que vive en cada uno, entrelazado -casi a veces sin poder distinguirlo- con lo vivo, la vida, lo luminoso, lo más sano. Puede decirse que todos vivimos con estas dos fuerzas; se despliega en cada uno esta tensión.

El narrador también reconstruye un tiempo, un período muy particular y bien delineado, que transcurrió durante los últimos años de su adolescencia y el comienzo de su madurez. Fue una época que facilitó cambios, en la cual se hicieron muchos cuestionamientos y que ayudó a la producción de grandes revoluciones internas e incluso íntimas. También se presenta el tiempo que vino después, donde los personajes maduran con una gama de inquietudes que propician las preguntas que aparecen en tantas personas como crueles estados de indefensión, al enfrentarse y darse de bruces con algunas realidades y tomas de decisión.

Esta novela está dirigida a aquellos que les guste mirar a veces en su interior, a aquellos que deseen compartir las dudas y pensar sobre diferentes caminos. Darle cabida a todos esos sentimientos oscuros que nos rondan: la angustia, la soledad, la tristeza. Verlos tanto como nos permitimos sentir otros tan diferentes, como el goce, las ganas de compartir, de reír, de crear. Dejar que estos sentimientos tomen su lugar, pensarlos y habilitar un camino con ellos, es la mayor ambición de este libro.

M.F

Prólogo

Con la perspectiva de una profesional que ejerce la psiquiatría desde hace años, demostrando excepcionales dotes de solvencia y sensibilidad, la Doctora Mirta Fajardo elabora en esta novela con la que inicia su "aventura" literaria, el rico e intrincado tejido vivencial de sus personajes, sus conflictos y vicisitudes, encuentros y desencuentros, conduciendo al lector por los laberintos inherentes a la condición humana.

El protagonista, ubicado en una "situación límite", indaga con agudeza y lucidez las distintas etapas de su vida, cuestionando diversas experiencias de su profesión y del ejercicio de la misma. Ante una encrucijada de su existencia, reúne a un núcleo de de amigos dilectos entre los que se encuentra, como figura destacada, la mujer que ha amado. Y, en un ritual de celebración no ajeno, por momentos, a lo siniestro, va repasando el pasado, lo que suele promover una atmósfera inquietante.

La acción novelística se desarrolla en pocas e intensas horas en las que el narrador evoca momentos decisivos de felicidad o de infortunio, poniendo en tela de juicio su capacidad de relacionamiento intersubjetivo. Y revelando formas de vinculación abiertas o solapadas, a veces solidarias, a veces cínicas, siempre "humanas, demasiado humanas".

Rápidamente el lector se siente atrapado - y partícipe- en una trama donde la cotidianeidad se manifiesta y cobra especial realce sea a través de diálogos punzantes dotados de inteligencia y sugestión, sea en el encuadre de atractivas descripciones que sustentan las anécdotas ficcionalizadas.

Una equilibrada estructura narrativa permite el devenir de una prosa plena de matices, que da entrada, de pronto, a hábiles juegos de lirismo, sarcasmo o ironía.

El ritmo ágil, sencillo y ameno con que avanza la peripecia –sin empañar nunca la visión del acontecimiento individual y su proyección hacia lo colectivo- determina que el "lector cómplice" se consustancie con la historia, se reconozca en ella y disfrute permanentemente, a su vez, de una obra que propone importantes cuestionamientos existenciales.

Corresponde, pues, dar la bienvenida a esta creadora que sabe develar con singular sutileza las profundidades de la sustancia humana y desde ellas construye un universo propio, impregnado de belleza y originalidad.

Sylia Lago:
Directora del departamento de Literatura Uruguaya y Latinoamericana y Catedrática de Literatura en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República. Narradora, docente, crítica y ensayista literaria.

"Mirta Fajardo, más allá de su intenso cocimiento de la mente humana, ha logrado hacer literatura con su novela 'Un día más'. En ella, construye un personaje (nunca sabremos su nombre) y su entorno. No es un personaje cualquiera, tiene la compleja edificación de todo hombre: contradictorio, pasional, querible, odioso, frágil, egoísta y generoso a la vez, y. sobre todo, de una aguda inteligencia. Un ser que no quiere demostrar la enorme necesidad de amor, de todo el amor, que
tiene. Aún así se arriesga y reúne a sus amigos con la velada intención de medir hasta dónde puede llegar él mismo cuando la vida lo pone, desmesuradamente, contra la pared.

Alfredo María Villegas Oromí

Sobre la autora:
Mirta Fajardo nació en Montevideo, Uruguay, el 9 de julio de 1961. Médica psiquiatra. Un día más es su primer libro.

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