El Youtuber estadounidense Mark Rober acaba de meterse en el Libro Guinness con una gigantesca pistola de agua artesanal, que él mismo fabricó.

El juguete mide más de dos metros y cuenta con un mecanismo que insufla aire a presión en el mismo depósito en el que está el agua. Después de cebar este circuito con aire, la presión hace que, al apretar el gatillo, el agua salga disparada con notable fuerza.

La pistola de Rober incorpora dos tanques, uno de agua, y el otro de nitrógeno para generar la presión, según describe Gizmodo. Todo el sistema se alimenta de unas baterías en la parte trasera de la pistola.

El artefacto arroja un fino chorro de agua que sale a 437 kilómetros por hora, con una potencia suficiente como para cortar melones por la mitad, destrozar cristales y latas de refresco, o empapar a alguien... siempre y cuando se mantenga a una distancia de unos 10 o 15 metros. De colocarse más cerca, podría lamentarlo