Una escritura precisa, en ráfagas, en flashes, en diálogos sostenidos, intensos, con un extraordinaio sentido de la ironía y el ritmo visual, lleva adelante un tour de force gozoso, inesperado, divertido hasta la carcajada, pero profundo hasta el pasmo, porque provoca inevitablemente una reflexión sobre la naturaleza de lo normal, de lo consuetudinario, de la mutación permanente de la esencia humana.
Gutiérrez, el protagonista, cree ser Dios y lo es en este mundo donde «no hay remedio certero para los dolores del alma», según armó Machado de Assis, quien había escrito El alienista, ilustre antecedente y quizá provocación para esta obra frenética, exacta y deslumbrante de Villalba. Saúl, el doctor, tal vez el supremo sacerdote de Dios Gutiérrez, es víctima y verdugo a la vez, ociante del sacricio y terapeuta. Selva, Estela María, la doctora Claudia y Alina, forman parte de la galería de mujeres que son a la vez la base de la cura y la causa del trastorno. Una teología psicótica, un humor descacharrante, una melodía envolvente de locura y belleza se desarrolla en estas páginas.
Fernando Villalba
Montevideano, paulista y compostelano en alternancia, Fernando Villalba escribe novela, relatos, poesía y teatro. Fue nalista en el premio Planeta España por El pañuelo del Mago, recibió menciones en los premios Onetti (narrativa inédita) y en los Premios Nacionales de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura (narrativa édita) por Nunca te duermas escuchando relatos de amor. Ganó el premio de monólogos teatrales del Centro Cultural de España en Uruguay, el premio de poesía María Eloísa García Lorca de la Unión de Escritores de España y eI concurso de poesía E por falar em Casa das Rosas de la Secretaría de Cultura del estado de San Pablo, y fue nalista en el premio internacional de poesía Jovellanos. Estudió narrativa, guion cinematográco y composición
Editorial Fin de Siglo