Un homenaje a la bossa nova, dirigido por el prestigioso maestro venezolano Alberto Vergara, con la participación de la cantante Lucía Ferreira. Serán dos únicas funciones, con entrada libre, el viernes 8 de setiembre a las 20hs en el Centro Cultural Florencio Sánchez y el domingo 10 a las 18hs en la Sala Zitarrosa.
El espectáculo presenta versiones sinfónicas de las canciones más célebres de compositores como João Gilberto, Tom Jobim, Vinícius de Moraes, entre otros grandes representantes de uno de los géneros más importantes de la música brasileña.
«Tristeza não tem fim» -la frase que da nombre a este espectáculo-, es la primera línea de uno de los temas más populares y representativos del género: A Felicidade compuesto en 1959 por el dúo Jobim - de Moraes. Esta canción, acerca de la felicidad y de la tristeza, resume la conjunción de sentimientos entremezclados de melancolía y felicidad que caracterizaría a todo el movimiento.
En los inicios, el término «bossa nova» se usó para designar una nueva manera de cantar y tocar la samba y vino a ser una «reformulación estética», una renovación rítmica, melódica y armónica. El nombre se puede traducir como "el ritmo nuevo" o "el camino nuevo", aunque etimológicamente significa "voz nueva". Recogió los rasgos distintivos de la samba callejera, estridente y ardiente, para quitarle decibelios, fervor y tambores, y llevarla a espacios más reducidos donde se pudiera interpretar de forma más suave y tranquila.
Basándose en una instrumentación simple y un elegante manejo de las disonancias, la bossa nova desarrolló un lenguaje propio, más íntimo. Surgieron así nuevas y sofisticadas armonías con irregularidades, que tenían una influencia directa del espíritu del jazz estadounidense.
Así como las melodías de Tom Jobim marcan el principio y el fin de la bossa nova, las letras y asociaciones poéticas de su socio Vinícius de Moraes son los cimientos del género. Juntos compusieron algunas de las canciones más emblemáticas de la bossa nova. Hoy, a 60 años de sus inicios, la bossa nova es considerada patrimonio cultural carioca. Marcó un antes y un después, convirtiéndose en uno de los movimientos más influyentes de la historia de la música popular brasileña, llegando a alcanzar proyección mundial, gracias a la excelencia de intérpretes como Sérgio Mendes, Toquinho, Jorge Ben Jor, Gal Costa, Elis Regina, Caetano Veloso, Maria Bethânia, entre otros.