Los actos políticos de Donald Trump tienen mucho de espectáculo, y ciertos clásicos musicales contemporáneos suelen formar parte de ellos. Días atrás, en Florida, el candidato a la reelección a la presidencia de EEUU tiró unos pasitos al ritmo del pegadizo YMCA, de Village People, una pieza musical que suele usar en tales eventos.
Victor Willis, miembro fundador de Village People, aclaró en su momento que Trump podía usar su canción sin pedir permiso. El músico no señaló apoyo o rechazo al presidente, simplemente consideró que cualquiera podía utilizar la canción sin necesidad de pedir permiso.
Distinta es la postura del afamado John Fogerty, quien en las últimas horas se manifestó contrario a que Trump use su clásico Fortunate Son en sus mítines.
"Está usando mis palabras y mi voz para lanzar un mensaje con el que no estoy de acuerdo", expresa Fogerty en un comunicado, donde recuerda las circunstancias en las que nació esa pieza musical, compuesta para la banda Creedence Clearwater Revival.
"Escribí esta canción porque, como veterano, estaba disgustado de que se permitiera excluir a algunas personas de servir a nuestro país porque tenían acceso a privilegios políticos y financieros", explica el compositor, agregando que el tema también alude a "personas ricas que no pagan lo que les corresponde de los impuestos, y Trump es un claro ejemplo de ambas cosas".
"Trump también aviva las llamas del odio, el racismo y el miedo mientras reescribe la historia reciente", agrega el músico.
Según informa el portal 20Minutos, Fogerty interpuso un recurso legal para evitar que Trump siga usando su composición. Sin embargo, la normativa y jurisprudencia al respecto sugieren que no tendrá éxito.