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Javier Sierra: “Escribí este libro para explicarles a mis hijos lo que estaba pasando”

En tiempos de pandemia, el español Javier Sierra publica El mensaje de Pandora. “Quizá sea la más necesaria de mis novelas”, considera.

24.09.2020 08:50

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2020-09-24T08:50:00-03:00
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Por Gerardo Carrasco
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"Mi padre era cartero, de los de saca de cuero, y no de carrito como los de ahora", recuerda Javier Sierra, uno de los escritores españoles contemporáneos de mayor proyección internacional, y que en 2017 obtuviera el Premio Planeta por su novela El Fuego Invisible.

Sierra vivió su niñez en los últimos tiempos del franquismo y en la provincia de Teruel, una de las más despobladas y envejecidas del país. En ese rincón de la "España vacía", el padre del escritor caminaba por barrios donde todos se conocían y lo conocían a él. "No sólo les llevaba la correspondencia, a menudo también distribuía el pago de las pensiones", cargando el dinero de numerosos vecinos en su bolsa de correo.

Acompañando a su progenitor, el pequeño Javier participó en varias ocasiones de una experiencia doblemente enriquecedora. "Muchas de las personas que mi padre visitaba no habían tenido ocasión de estudiar, eran analfabetas", recuerda. Así, el cartero no se limitaba a llevarles la correspondencia, sino que leía para los oídos de los ancianos las noticas que sus hijos y nietos enviaban desde otras ciudades de España y el extranjero. En contrapartida, aquellos hombres y mujeres analfabetos -que no ignorantes- le contaban al niño historias locales que se habían transmitido oralmente de generación en generación.

Esa experiencia marcó a Javier de una forma doble. Le enseñó el valor y la belleza del género epistolar, hoy bastante disminuido, así como el poder y la importancia de las historias que pasan de boca en boca, en relatos desgranados al calor del hogar.

Quizá por ello, la más reciente novela del autor se presenta bajo una forma "originalmente anticuada": una larga y reveladora carta que una mujer ateniense envía a Arys, su sobrina adolescente que vive en Creta.

En la misiva, escrita en papel y remitida por servicio postal, la mujer rememora el viaje que ambas hicieron solas, años atrás, al norte de España y el sur de Francia, escenarios idílicos de una aventura cuyos recuerdos, para su sorpresa, resultarían poseer claves que cobrarían todo su sentido frente a la crisis sanitaria.

Pero lo que de verdad sorprende a Arys es que esa misiva parece poner en sus manos "la salvación de nuestra especie". En ella su tía le explica que las pandemias víricas nacieron con la invención de la agricultura y la ganadería hace 10.000 años. Fue entonces cuando los virus encontraron, en los primeros asentamientos humanos de envergadura, el ambiente óptimo para propagarse. De hecho, le sugiere que el recuerdo de ese "regalo envenenado" que trajo la civilización bien podría haberse incorporado a viejas historias como la de Pandora.

Sierra escribió El mensaje de Pandora durante el duro confinamiento experimentado en España entre los meses de marzo y junio, y salió al mercado al día siguiente del cese de la emergencia sanitaria.

Esta semana, el escritor dio por vía telemática una conferencia de prensa con periodistas de Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, siendo Montevideo Portal el único medio uruguayo participante.

"Es un libro que yo no tenía previsto escribir, pero se ha escrito dadas las circunstancias que estamos atravesando en este tiempo", dijo a modo de introducción el autor al iniciarse la conferencia acerca del libro, que llegará a Uruguay en noviembre.

"En tiempos críticos como los que vivimos, un escritor debe contribuir a ordenar la realidad, a transmitir esperanza y horizonte a sus lectores, y eso es lo que he pretendido hacer". En ese sentido, El mensaje de Pandora aspira a ser un texto que "nos ayude a reflexionar sobre la época que estamos atravesando, que yo creo que es crucial para la historia de la humanidad", e invita a interpretar dicha coyuntura con las claves "que nos ofrecen la historia, la ciencia y la mitología".

Lo urgente sobre lo necesario

"Cuando llegó esto (la pandemia de COVID-19) yo tenía otro proyecto sobre la mesa", contó el autor, recordando como en marzo, con la llegada del confinamiento, intentó ver el lado positivo a esa situación.

"Pensé en que la cancelación de todos mis compromisos y actividades públicas serviría para concentrarme en esa novela". Sin embargo, el avance de la enfermedad y el panorama ominoso que comenzó a vivirse en el país, acabaron con ese apacible proyecto.

"Me di cuenta de que un escritor debe reflejar el tiempo en que vive, y de alguna manera contribuir a interpretarlo. No quería cometer el mismo error que la mayoría de los escritores contemporáneos de la gripe española de 1918, que no vieron en la pandemia un motivo de reflexión literaria", explicó.

Así las cosas, el autor aparcó su novela y se puso manos a la obra "en un texto de urgencia, que es este El mensaje de Pandora, que no habla tanto de la actualidad, sino de las consecuencias y el impacto que estas enfermedades tienen en la construcción de las civilizaciones".

En cuanto a tales consecuencias, Sierra avizora que la actual pandemia acarreará muchas e importantes transformaciones. "La mayoría de los gobernantes han pecado de soberbia, especialmente en el llamado mundo desarrollado. En un primer momento no pensaron que esto iba a afectar a sus naciones y no tomaron las medidas oportunas", criticó.

Esto ocurrió porque "pesó más el aspecto economicista, capitalista, y no el carácter humanista que deben tener los gobernantes". Por ello, el escritor cree que en los próximos años podrían llegar al poder gobernantes con una mayor formación humanista. "Necesitamos recuperar el humanismo y lo que las humanidades nos enseñan. Probablemente, si estos gobernantes hubieran leído más historia, se hubieran dado cuenta de cómo funcionan estos períodos y qué se pude hacer con ellos".


Foto: Asís G Ayerbe / Difusión.

"Necesitamos recuperar el humanismo y lo que las humanidades nos enseñan. Probablemente, si estos gobernantes hubieran leído más historia, se hubieran dado cuenta de cómo funcionan estos períodos y qué se pude hacer con ellos".

"Ya en los primeros momentos de la pandemia vi que este era un momento de cambio en nuestra civilización, y por eso quise escribir este libro, quería de alguna manera dar mi visión desde el punto de vista de la literatura", resumió.

Documentos, datos y teorías

Entrevistado por Montevideo Portal en 2017, Sierra narró que sus novelas poseen un sello de fábrica. "Siempre he dicho que el tipo de novela que escribo pertenece a un género muy propio que yo he llamado ‘novela de investigación', porque primero hay una investigación histórica, luego me asomo a algún punto oscuro de la Historia, a algún abismo que los historiadores no han podido afrontar por falta de documentación. Y una vez documentado ese abismo, utilizo la imaginación para intentar arrojar algo de luz sobre el asunto", decía entonces.

Toda esa información y las lecturas enciclopedistas a las que es aficionado, le fueron especialmente útiles en esta ocasión. Al momento de verse obligado a trabajar en una suerte de "novela en tiempo real", contaba ya con un sólido sustrato de información en temas como "el origen de la vida y el enorme debate acerca de si ese origen fue autóctono, terráqueo, o si fue cósmico, y si virus y bacterias se generaron sólo en este planeta o nos llovieron de otras partes del universo".

Inmigrante es la vida misma

Precisamente, uno de los elementos que baraja el autor en su novela es la controvertida teoría de la panspermia, que supone que la vida se habría "activado" en la Tierra gracias a material biológico arribado al planeta en asteroides y cometas que impactaron sobre el planeta. Estos virus, con su conocida capacidad para mutar e infiltrarse en seres vivos, habrían contribuido no sólo a "encender la chispa" de la vida, sino a que se produjeran luego los cambios evolutivos que llevaron a la formación de organismos complejos.

La mencionada teoría no explica el origen último de la vida, sino que "arroja la pelota al córner" del cosmos, y cuenta con una variante conocida como panspermia dirigida, que supone que esa "lluvia" de material factible de crear vida, habría sido enviada a la Tierra -y quizá a otros puntos del cosmos- de forma deliberada por alguna antiquísima y sofisticada civilización.

Como la muerte que está detrás de todo

En su nueva novela, Sierra recuerda que fue hace aproximadamente 10.000 años, cuando surgieron la agricultura, la ganadería y el consiguiente sedentarismo, que hicieron su aparición las primeras pandemias entre los humanos, fruto de una exposición mayor a virus zoonóticos. Sin embargo "la historia demuestra que la humanidad siempre ha sabido sobreponerse a este tipo de situaciones, muchas de ellas bastante más terribles que la actual".

En su opinión, uno de los efectos colaterales de esta pandemia fue el sacarnos de la negación de la muerte, algo cada vez más frecuente en nuestra cultura, y "obligarnos a mirarla cara a cara".

"Muchísimas personas en todo el mundo, por culpa de la covid no han podido siquiera despedirse de sus muertos. Eso ha creado un dolor tan profundo, que ha obligado a muchos núcleos sociales a reflexionar, por primera vez en generaciones, sobre lo que significa la muerte. Y pensar en la muerte nos obliga a filosofar. Aunque parezca contradictorio, la muerte es uno de los elementos más creativos que ha tenido siempre nuestra especie. Ahora estamos en un momento en que ha vuelto la muerte y nos obliga a pensar sobre ella, y a educarnos ante lo inevitable", expresó.

El que no cambia todo, no cambia nada

"La esperanza es la vacuna que necesitamos en nuestras sociedades, y la convicción de que vamos a saber reinventarnos y evolucionar", asegura el autor, añadiendo que dicha evolución debe necesariamente "pasar por el examen de lo que ha fallado", y uno de esos fallos, quizá el mayor, tiene que ver con nuestra relación con la naturaleza.

Por ello, y más allá de que todavía esta por determinarse cómo y de qué especie se produjo el salto zoonótico del nuevo coronavirus, "de lo que no cabe duda es de que ocurrió por haber invadido un ecosistema que no era el nuestro", algo que debería hacernos reflexionar sobre el futuro de esa relación con la naturaleza.


Foto: Arduino Vannucchi / Difusión

"Ahora estamos en un momento en que ha vuelto la muerte y nos obliga a pensar sobre ella, y a educarnos ante lo inevitable"

Y regresando a las enseñanzas de la historia, recordó cómo la peste negra del siglo XIV generó un cambio fundamental en la civilización occidental, pasando del teocentrismo al antropocentrismo, "desplazando a un dios que, desde la perspectiva medieval, solamente transmitía castigos, poniendo en el centro al ser humano, quien quizá podría dar alguna respuesta".

Ese cambo fue positivo porque permitió el desarrollo del humanismo y la ciencia. Basándose en ese precedente, Sierra se atreve a desear que la pandemia de hoy "nos lleve hacia un cosmocentrismo, a poner a la naturaleza, al cosmos, en el centro, y con esa visión podríamos cambiar nuestro camino como especie", auguró.

La menos novela de las novelas

A diferencia de otras novelas del autor, El mensaje de Pandora se caracteriza por reducir al mínimo las "revoluciones" de los motores de la ficción, dejando de lado los elementos de suspense que suelen estar presentes en su obra, y priorizándose quizá la transmisión de un mensaje. Al fin y al cabo, aunque ficticia, se trata de una carta. Asimismo, el tiempo "récord" en que fue redactada podría haber tenido una incidencia en ello.

Interrogado al respecto, el autor explicó que detrás de su nueva obra "hay un pequeño secreto. Yo he escrito este libro sobre todo para explicarle a mis hijos lo que estaba pasando". Sierra es padre un niño y una niña de 12 y 13 años "que se vieron obligados a confinarse junto con sus padres, y que no entendían lo que estaba sucediendo. Así que de alguna manera este libro surgió de la necesidad de darles a ellos una explicación, así como a miles de lectores que no estaban entendiendo lo que ocurría, en qué clase de momento histórico nos estábamos metiendo", refirió.

"Es verdad que es texto de urgencia, más breve de lo que yo acostumbro a publicar, porque entendí de inmediato que era un texto que tenía que llegar rápidamente a los lectores, para que al final del confinamiento pudieran tener algo positivo a lo que agarrarse", apuntó.

El autor insistió en que -y especialmente en tiempos como estos- los escritores deben contribuir a que el público lector disponga de "un mapa, una perspectiva, una serie d elementos que permitan reflexionar sobre quiénes son y cuál es su papel en este momento que les ha tocado vivir, y eso es lo que yo he pretendido hacer con El mensaje de Pandora", obra que "sin lugar a dudas es la más filosófica de mis novelas, y a la vez la menos thriller, porque no importaba tanto el thriller como el mensaje, porque ya bastante lo es esta situación que estamos viviendo. Desde ese punto de vista, quizá esta sea la más necesaria de mis novelas, yo la veo como una obra que puede salvarnos de una depresión colectiva".

Una historia de mujeres

El mensaje de Pandora es una novela protagonizada por personajes de sexo femenino, y remite a un mito griego igualmente femenil. Consultado por esa elección, el autor explicó qué en el contexto de su nueva obra, "mujer es sinónimo de vida, y este es un libro que trata sobre la vida y cuyo telón de fondo es el misterio de la vida. Siempre hemos asociado a la mujer como dadora de vida. Además, he querido reivindicar a la mujer como transmisora del conocimiento y la educación, algo que en nuestra época moderna hemos olvidado. Confiamos la educación de nuestros hijos a sistemas que hemos creado. Antes, quienes educaban a las generaciones futuras -correcta o incorrectamente, eso se puede debatir- siempre eran las mujeres", dijo.

Tiempo de desafíos

Los tiempos venideros serán de desafíos globales. Uno de los retos para la humanidad de hoy y mañana es el cambio climático, que también podría tener "consecuencias bacteriológicas y víricas", supone el autor, recordando que el derretimiento que experimenta actualmente el permafrost en los confines septentrionales del mundo podría activar agentes patógenos que permanecieron latentes durante largo tiempo, algo que "sin duda nos va a enfrentar a situaciones inéditas".


Captura de pantalla de la videoconferencia

"Las distintas tendencias políticas no se ponen de acuerdo ni siquiera ante una crisis vital, porque anteponen la ideología al resto de consideraciones"

También el campo de la geopolítica y de las ideas augura un futuro complejo, entiende Sierra. "En mi libro se reflexiona acerca del tema de los dogmas, y como mediante el pensamiento único han servido para aquietar a civilizaciones durante mucho tiempo". En siglos pasados, esos dogmas operaban especialmente desde ámbito de la religión. Sin embargo, "hoy están los dogmas ideológicos y es muy preocupante. Las distintas tendencias políticas no se ponen de acuerdo ni siquiera ante una crisis vital, porque anteponen la ideología al resto de consideraciones. Eso es terrible, porque quiere decir que su línea de comprensión de la realidad, es dogmática. Sólo aceptan lo que viene por su carril, no lo que les está dictando la realidad", lamentó.

Estas posturas dogmáticas, "creo que el coronavirus se las va a llevar por delante, pero ya sabemos que cuando hay un cambio de dogma, quienes sufren son los pueblos, y eso me preocupa. No descarto que en el siglo XXI haya nuevas revoluciones, como las que dejamos atrás en el XIX y el XX", concluyó.

Por Gerardo Carrasco
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