El fallecido, identificado por la prensa local solamente como Joji, tenía 50 años y había sido fabricante de automóviles.
Según consigna Daily Mail, el cuerpo del infortunado nipón fue hallado meses después de su deceso, cuando el dueño de la propiedad donde vivía se presentó ene l lugar para saber por qué estaba tan atrasado en el alquiler.
La información salió a la luz por la indiscreción de un funcionario de la empresa de limpieza que la familia contrató para un trabajo "sigiloso y discreto" (que resultó no serlo tanto), para evitarse la vergüenza.
Las autoridades esperan los resultados de las pericias para determinar fehacientemente las causas del deceso, pero estiman que puede haber sufrido un infarto y al caer, derribar algunas de las inestables pilas de revistas que saturaban el inmueble.
Asimismo, estiman que de haber sobrevivido, las seis toneladas de papel que lo cubrían no habrían permitido que se oyeran sus pedidos de auxilio.
De acuerdo a la crónica, las revistas pornográficas ocupaban cada mueble de la casa, y se apilaban en todos los rincones.
Los policías también hallaron recortes, lo que podría indicar que Joji podría a haber empezado a ahorrar espacio, deshaciéndose de las partes de las revistas que no le interesaban.