En este marco, que funciona hace algo más de seis años, Idan Raichel ha transmitido al público israelí y fuera de las fronteras del país, las voces de distintas comunidades que forman parte de la sociedad israelí, con especial hincapié en la comunidad judía etíope a la que él se siente muy cercano.
Pero también ha asociado a cantantes de otras partes del mundo y hasta ahora ya ha grabado con más de 70 artistas de distintos países, entre ellos la colombiana Marta Gómez, cuya canción “Todas las Palabras” abre el exitoso CD “Bein kirot beiti” (Entre las paredes de mi casa) grabado por Raichel.
Llega ahora a América Latina (México, Uruguay, Chile, Argentina y Brasil) deseoso tanto de presentar su música como de conocer músicos locales con los que pueda trabajar y quizás llegar a grabar nuevos materiales.
P: Idan, esta es tu primera gira por América Latina ¿Con qué espíritu la emprendes? ¿Qué mensaje llevas?
R: La verdad es que el Proyecto se ha estado presentando hace años en diferentes partes del mundo y siempre teníamos el sueño de hacerlo también allí, en Latinoamérica. Es un continente lleno de música muy variada, un verdadero tesoro cultural que queremos conocer personalmente. En estos viajes siempre hay también aspectos desagradables, como lo engorroso del camino y de estar pasando de un lado a otro, pero lo que nos imaginamos al emprender la gira hacia América Latina es que vamos a un lugar donde nos recibirán comunidades muy cálidas que esperan nuestra música y tienen la mente abierta para oir música diferente. O sea que aquí combinamos dos desafíos: llevar la música israelí tal cual nosotros la vemos hoy, al público latinoamericano y por supuesto también conocer ese mundo. Yo diría que es la primera vez que vamos a una gira que también será un paseo.
P: Conocerán un nuevo mundo, sin duda...Creo no equivocarme si digo que no ha habido otros artistas israelíes que hayan hecho una gira de tal alcance como la que ustedes inician ahora, tanto ante públicos de colectividades judías, como ante el público en general en cada uno de los países.
R: Así es. Y la razón por la que estamos tan contentos es que podemos llevar un mensaje de la música y la cultura musical israelí tal cual nosotros la vemos en la última década. Claro que nos enorgullece poder presentarnos ante las colectividades judías y sabemos que ellas serán nuestra ancla, nuestra base, lo que nos dará la fuerza, y nos alegra también presentarnos ante los públicos en general, los no judíos, en América Latina. Ese es el gran desafío: mostrar la música del Proyecto a los públicos locales.
P: Las colectividades, sin duda, los estarán esperando ansiosos. En Uruguay te lo puedo dar como hecho. Lo palpé directamente hace poco, en Montevideo...
R: Me alegro mucho. Eso nos es muy importante.
P : Y sin duda ante los espectadores no judíos, ustedes mostrarán un aspecto de Israel que quizás el público no conocía, estando en general más acostumbrado a saber de Israel por los titulares de la prensa, que en general se refieren a conflictos y tensiones.
R: Es verdad. Y creo que eso es muy importante. Ya nos ha pasado que gente fuera de Israel, después de oírnos, nos dicen que no sabía que en Israel hay cosas tan interesantes. Siento que es una responsabilidad ser embajadores culturales de nuestro país.
P: ¿Qué sabes sobre lo que se conoce del Proyecto en América Latina? En Colombia han estado en los primeros lugares en las radios.
R: Es cierto. Cuando cantamos con la colombiana Marta Gómez, hemos ocupado los primeros lugares en las radios y eso me dio mucha satisfacción. También la canción “Bói” (Ven), ha sido muy escuchada. Pero me es difícil hacer una evaluación general, ya que no creo que se pueda ver a América Latina como una zona uniforme. Por un lado nos ven como conjunto de “música del mundo” y por otro, como música israelí. No creo que sea lo mismo presentarse en Uruguay, Chile y Brasil. Espero que en cada lado podamos ir conociendo lo principal.
Además quiero decirte que para nosotros será especialmente emotivo presentarnos en Uruguay porque Roni Iwryn, nuestro percusionista, nació en Uruguay .Está aquí hace mucho tiempo y hace mucho que no va a Uruguay. Todo esto traerá muchas emociones.
P: Hay también otra cara del viaje, la posibilidad de enriquecer el Proyecto captando nuevos “tesoros” musicales que se les puedan incorporar, hacer grabaciones conjuntas en forma puntual, como has hecho con tantos cantantes de otros lados.
R: ¡Claro que sí! Espero que eso se pueda concretar. Y quiero aprovechar esta nota para exhortar a los lectores a que si saben de artistas locales que representan diferentes aspectos de la cultura musical uruguaya , la chilena, argentina, brasileña, de todos los sitios a los que vamos, que por favor se contacten con nosotros. Será para nosotros un motivo de gran alegría encontrarnos con artistas locales. Pueden dirigirse a nosotros a través de nuestro sitio de internet (www.idanraichelproject.com) y será bueno poder colaborar.
Un crisol hecho música
P: ¿Cómo explicarás hacia afuera qué es lo especial de tu Proyecto?
R: Creo que el Proyecto trae la música de las minorías, pero también de la calle israelí. Si tratáramos de hacer un paralelo con Nueva York, podríamos decir que es algo así como hacer oír la música de la comunidad latina, de la comunidad asiática, no necesariamente las canciones más conocidas de MTV. Nosotros intentamos traer las voces de la gente en el lugar, en cada lugar. Por eso también queremos escuchar la música local en cada sitio al que llegamos.
P: Es el crisol de diásporas hecho música.
R: Realmente intentamos mostrar los colores del crisol de diásporas israelí, tal cual nosotros lo vemos en los últimos años.
P: ¿Se puede determinar si hay una música israelí auténtica o un mosaico con muchas piezas?
R: Yo creo que lleva una o dos generaciones hasta que todo comienza combinarse y uno ya no entiende dónde están las fronteras. Es un poco como distinguir entre el sabor de la ensalada o de cada uno de sus componentes. El objetivo, sí, es crear algo israelí propiamente dicho. Y yo estoy muy orgulloso del lugar del que vengo. Y me presente donde me presente, lo que traigo es música israelí.
P: Pero hay aquí dos niveles, porque por un lado incluyes la música de las distintas comunidades, con una especial ligazón con la de los judíos etíopes, pero por otro asocias a cantantes de diferentes partes del mundo, que no están en Israel, a tus grabaciones.
R: Realmente han participado cantantes muy variados, de la comunidad etíope, de origen yemenita y marroquí, pero en los últimos años hemos abierto las fronteras y se nos han sumado cantantes de otros países, con buenos representantes de Rwanda, Cabo Verde, Marta Gómez de Colombia..los nombres van cambiando. Y hay acá, si, dos desafíos: llevar la música israelí al mundo y traer la música del mundo a Israel.
P: Y la base es que cada uno sea muy consciente de su propia identidad...
R: Por supuesto. Creo que la fuerza de una persona puede venir sólo de que se base en sus propias raíces. Si lo que intenta es seguir a otros, no llegará a ningún lado. Por algo se dice “sabe de dónde vienes y hacia dónde vas”. Eso vale para la fuerza de la cultura, para la entereza nacional, para todo.
P: Yo te vi. y oí hace más de un año en Hertzlia, cuando se presentó contigo Marta Gómez. Fue algo especialmente hermoso...
R: Muchas gracias.
P: Y en la dinámica de la creación conjunta van cambiando cosas ¿verdad? Ella escribió la letra y tu hiciste los arreglos musicales....
R: Si, con Marta siempre tenemos una dinámica muy variada. A veces empezamos en hebreo la canción, a veces en español...tengo una combinación muy especial con ella. En estos días también estamos escribiendo algo juntos. Su esposo, que es de Argentina, toca instrumentos locales, y nosotros también agregamos los nuestros de por acá.
Entre el conflicto y la música
P: Y ahora lo haces, llegas a América Latina, en un mal momento para Israel, en el que el proceso de paz está en crisis, en el que hay críticas a nivel internacional por el informe Goldstone sobre la guerra en Gaza. Es probable que te pregunten al respecto. ¿Sabes qué dirás? Sé que no quieres entrar en política, porque es algo polémico, pero hay algo que va más allá de ello.
R: Creo que en toda zona de conflicto en el mundo hay diferentes facetas. Es muy importante que la gente oiga música israelí y capte así nuestra cultura. Que sepan del conflicto y de la situación tan compleja que vivimos, pero que conozcan también lo otro, como nuestra música. Por eso creo genuinamente que es muy importante que ahora nosotros vamos a América Latina. Y también creo que es bueno que artistas palestinos se presenten en otras partes del mundo, que en Uruguay y en Chile conozcan cantantes palestinos y actores libaneses, y que todo el mundo sepa que hasta en Teherán hay conjuntos musicales, no sólo planes de bombas atómicas. Es importante que la gente lo sepa, que sepan que los palestinos no son sólo los atentados de Hamas y que Israel no es sólo una serie de problemas en sus fronteras. Debe haber embajadas culturales de artistas de la zona de conflicto. Y uno de los objetivos de nuestro Proyecto es justamente mostrar el otro rostro de la realidad en Oriente Medio. Este es sólo un primer paso en una marcha muy larga que deben hacer artistas e intelectuales de diferentes lugares.
P: ¿Te parece que podrías asegurar fuera de Israel que en algún momento terminará el conflicto y realmente será posible hablar mucho más de música que de otra cosa?
R: No creo que sea mi rol vaticinar cuándo terminará el conflicto, pero sí aportar lo mio para ayudar a que termine lo antes posible. Creo que el comienzo del fin no debe ser la firma de un acuerdo de paz sino el proceso de comprensión de que del otro lado de la frontera hay vecinos, no enemigos. Esperamos que también del otro lado de la frontera nos vean a nosotros, a Israel, como vecinos, no como enemigos. Para que sea posible verse mutuamente como vecinos, es imprescindible conocer la realidad diaria de la gente. Por eso es importante que en Israel aprendamos sobre la cultura y la vivencia palestina, que se conozca su música, que del otro lado de las fronteras vean también la faceta cultural de Israel. Y creo que es importante llevar todo esto al mundo.
P: ¿Y qué contactos has tenido tú ya con músicos árabes?
R: Hace unos dos años ya incluí una canción en árabe porque me era muy importante que junto a la música moderna en hebreo haya una canción en árabe, de Mira Awad .Cuando viajamos a veces al norte del país, me emociona mucho ver que también en la comunidad musulmana o de los árabes cristianos de Israel, conocen la música del Proyecto. No sé si les gusta y claro está que si sí, eso me alegrará mucho, pero me importa que haya conciencia sobre lo que hacemos. Ese es un punto muy importante para conocerse, y por eso yo también escucho música de Farid el-Atrash y de Umm Kultum.
P: ¿Tienes algún sueño en este ámbito del mutuo acercamiento?
R: Espero tener la oportunidad de trabajar con músicos en Ramallah. Creo que hay allí música maravillosa. Tanto en las aldeas árabes dentro de Israel como en los territorios de la Autoridad Palestina, hay música fabulosa y sus voces se tienen que oir dentro de Israel y en el mundo.
La realidad y el sueño
P: Tu irrumpiste al mundo de la música israelí hace algo más de seis años, como un torbellino. Leí una cita tuya diciendo que ni siquiera podrías decir que lo que estás haciendo hoy , con tanta repercusión dentro y fuera de Israel, sea un sueño, porque nunca habías soñado que llegarías a ésto...
R: Es verdad....Nunca pensé que llegaríamos a ésto. Por eso es tan emocionante. Nunca habíamos soñado siquiera salir de las fronteras de Israel con la música del Proyecto y cuando lo hacemos y actuamos afuera, lo vemos como un gran orgullo, un verdadero privilegio.
Ana Jerozolimski