Las tortugas cabezonas, como lo dice su nombre, tienen una cabeza realmente grande de color castaño. En Uruguay se han encontrado ejemplares juveniles y adultos de tortugas cabezonas. Sus caparazones miden entre 53 y 112 cm. Se consideran adultas cuando llegan a 80 cm o más. Las cabezonas se alimentan de crustáceos y moluscos que viven en alta mar; por eso no es frecuente verlas desde la costa.
Las tortugas siete quillas son las más grandes del mundo. Una tortuga adulta puede medir 2 m de largo total y pesar 700 kg. Poseen una piel de color negro con manchas blancas y, a diferencia de las demás tortugas, no tienen escamas. En Uruguay se encuentran tanto ejemplares juveniles como adultos. Sus tamaños varían entre 123 y 171 cm, si se tiene en cuenta solo el largo del caparazón. A pesar de ser tan grandes, se alimentan con medusas.
Las tortugas marinas más pequeñas son las oliváceas. Poseen un caparazón tan largo como ancho y se alimentan de crustáceos, moluscos y tunicados. Estos últimos son animales marinos que parece que llevaran puesta una túnica gomosa.
Fragmento de un artículo de Anita Aisenberg, Mariana Ríos y María Victoria Calvo publicado por la revista La Mochila.
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